domingo, 29 de diciembre de 2013

El Pacto (XXXII)

Acto de sinceridad

G.O prácticamente madrugó. Ya tenía todo el discurso armado y se puso a preparar algo que era el punto débil del líder: el desayuno. Más que uno nacional era mejor hacerle uno con frutas y tostadas ya que estaba a dieta. Cuando tuvo todo listo lo colocó en una bandeja y fue hacia la habitación de SeungHo. Entró despacio, dejó la comida en el escritorio y se acercó a la cama ¿Cómo podía alguien tan carismático y mandón verse tan tierno mientras dormía? Casi le daba pena despertarlo. Se sentó en la cama y lo sacudió ligeramente. Vio que se removía en sueños y le dio risa. Era un experto del aegyo involuntario y agradecía secretamente ser el único espectador. Lo sacudió con más fuerza. Si continuaba mirándolo no respondía por sus acciones.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Games (XVIII)

Secretos y mentiras – saga final – 1

SeungHo estaba aprisionado entre le cuerpo de Joon y la pared. A esta altura se imaginaba que ya no estaban siguiendo el libreto así que se dejó llevar, sólo por un momento. Sentía las manos de Joon alrededor de su cuerpo, tocando cuanto pudiera mientras su lengua jugaba en su cavidad. Era tanto el deseo que emanaba de las acciones del menor que comenzaba a derrotar su propia determinación. 
Joon estaba contento que su hyung no lo rechazara. Desde que había llegado a su departamento lo había notado frío, distante, como si sólo se tratara de un compañero de trabajo y no una persona con la que había compartido la cama. Y luego de entender sus sentimientos, cualquier cosa lo heriría profundamente. Sintió que SeungHo se separaba del beso.

viernes, 6 de diciembre de 2013

El Pacto (XXXI)

Persuasión

G.O lavaba lentamente los platos mientras recordaba cada instante de la cena. Se sentía abatido, sin ánimos. Cuánto tendría que pagar por sus acciones pasadas? Todas las ocasiones que ahogaba sus penas cuando el amor que sentía por SeungHo se tornaba agobiante, esas malditas noches que se dejaba seducir sólo para no pensar en su amor imposible, esas veces que saciaba su lujuria con cualquier cuerpo pensando que era el líder quien se entregaba a él. Y ahora tenía que lidiar con las consecuencias. Por qué tenía que venir JunHyung? Por qué le tenía que contar aquello que ni él quería admitir? Quería llorar de amargura. Un ruido lo distrajo de su miserable estado.