La vuelta.
Joon miraba el techo de su departamento. Había pasado una semana desde que habían vuelto de L.A. y se había cansado de mirar el celular. Durante todos estos días no había recibido una sola llamada de SeungHo, salvo aquellas en las que le recordaba el nuevo horario para el ensayo. Se refregó el pelo por la frustración, odiaba admitirlo pero quería que el líder lo llamara y le dijera que lo extrañaba, que lo deseaba con locura. Rió amargamente ¿Dónde había quedado su determinación de tenerlo una vez más y luego olvidarse? Su idea de devolverlo a su esposa ya no era tan divertida. Cada noche había sido una tortura. SeungHo se le aparecía entre sueños susurrándole, manos fantasmas recorriendo su cuerpo sólo para despertarse transpirado y más caliente que nunca. Ansiaba tenerlo junto a él en una cama, cuerpos desnudos entrelazándose en una danza erótica. Tenía que tener al líder, una vez más.