lunes, 26 de agosto de 2013

Games (XI)

La vuelta.

Joon miraba el techo de su departamento. Había pasado una semana desde que habían vuelto de L.A. y se había cansado de mirar el celular. Durante todos estos días no había recibido una sola llamada de SeungHo, salvo aquellas en las que le recordaba el nuevo horario para el ensayo. Se refregó el pelo por la frustración, odiaba admitirlo pero quería que el líder lo llamara y le dijera que lo extrañaba, que lo deseaba con locura. Rió amargamente ¿Dónde había quedado su determinación de tenerlo una vez más y luego olvidarse? Su idea de devolverlo a su esposa ya no era tan divertida. Cada noche había sido una tortura. SeungHo se le aparecía entre sueños susurrándole, manos fantasmas recorriendo su cuerpo sólo para despertarse transpirado y más caliente que nunca. Ansiaba tenerlo junto a él en una cama, cuerpos desnudos entrelazándose en una danza erótica. Tenía que tener al líder, una vez más.

G.O estaba más que contento en la casa. Thunder estaba con su familia y Mir a último momento decidió ir con su noona a ver a Soju, su pequeño perro y quedarse unos días en el campo. Por su parte había hecho algunas compras interesantes. Luego del incidente en L.A. lo había vigilado secretamente y había comprobado que no había vuelto a intentar lo mismo con Joon. Se sentía aliviado pero eso no significaba que estaba tranquilo, ahora tenía un nuevo plan en mente y lo iba a cumplir. 
SeungHo estaba revisando la nueva agenda. Se venían una cantidad increíble de viajes, pero desafortunadamente todos eran cortos ya que G.O debía volver para filmar. Sabía que no tendrían tanto descanso pero su deber era apoyar las actividades solitarias de sus compañeros. Estaba tan concentrado que no sintió la presencia de su mejor amigo hasta que habló.
- Oye - le llamó la atención - ¿Tienes muchas cosas que hacer? -
- Acabo de terminar de revisar la agenda de actividades, ¿Necesitas algo? -.
- Ven a mi habitación cuando termines, te tengo una sorpresa - dijo simplemente G.O.
- Ok -lo miró y entendió el alcance de sus palabras - me daré una ducha y te veo en minutos - le sonrió.
G.O fue rápidamente a su habitación a preparar la "sorpresa" que le tenía al líder. Ocultó todo en lugares estratégicos mientras arreglaba el lugar para esperar a SeungHo. Se preparaba para que nunca lo cambiaran por otro. Si Joon insistía en arrancarlo de su lado, él no se lo iba a poner tan fácil. Como dice la letra de su nueva canción, esto es la guerra.
Joon estaba en un gimnasio que encontró cerca de su departamento. Tal vez si se ejercitaba hasta el cansancio podría aplacar el deseo casi enloquecedor que sentía en este momento. Quería ir a donde estaba SeungHo, arrastrarlo hasta su departamento y saciar sus necesidades hasta que alguno de los dos quede exhausto y fuera de combate. Luego de una hora de ejercicio sin descanso se dio cuenta que todo su autocontrol se había esfumado. Fue hasta las duchas, se bañó en tres minutos y salió. Llegó al edificio donde estaba la nueva casa de MBLAQ mientras trataba de encontrar una buena excusa para llevar a SeungHo hasta su departamento sin que su esposa sospeche. Abrió muy despacio la puerta de entrada y caminó con sumo cuidado por el pasillo. Al pasar por la habitación de G.O vio que la puerta estaba entreabierta, movido por la curiosidad asomó la cabeza y empezó a sentirse mareado. Allí estaba el líder, las manos atadas con una seda roja, los ojos vendados por el mismo tipo de material y G.O encima de él, embistiéndolo sin misericordia.

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