jueves, 13 de marzo de 2014

El Pacto (XXXIX)

Castillo de naipes

G.O tenía los ojos cerrados pero no podía dormir. El corazón le seguía latiendo fuertemente y sus sentimientos estaban más a flor de piel que nunca. Temblaba de la fuerza que estaba haciendo por evitar levantarse e ir a buscar a SeungHo y decirle que no importaba Thunder o la banda, sólo ellos. Se le caían algunas lágrimas por resistirse a ser egoísta por una vez en la vida y obtener lo que deseaba ¿Por qué tenía que pensar en todos antes que en sí mismo? ¿Por qué estaba dispuesto a sacrificar su felicidad? Se sentía estúpido por seguir al pie de la letra del pacto, tal vez si no lo respetaba en este momento estaría disfrutando de los besos del líder. Aunque si no fuera por ese tonto acuerdo él nunca se hubiera animado a confesarle sobre su sexualidad ¿Pero de qué le servía ahora? Si pudiera volver atrás elegiría no decir nada, mantener su amor oculto y sufriría menos. Sonrió amargamente. No importara lo que eligiera, terminaría igual. Después de todo, de qué servía saber ahora que SeungHo sentía algo por él cuando no podían estar juntos.

domingo, 9 de marzo de 2014

El Pacto (XXXVIII)

Situaciones inesperadas

G.O miraba atónito al líder ¿Había escuchado bien? SeungHo, la persona que más amaba en el mundo lo había besado y le había dicho que le gustaba. Eso contaba como una confesión, ¿no? Algo que había esperado por tantos años. Pero luego recordó a Thunder, las palabras que escuchó cuando el visual maknae declaró el fin del pacto y cómo él no había sido el elegido. No pudo evitar sentirse molesto.

martes, 4 de marzo de 2014

El Pacto (XXXVII)

Sueño, realidad

G.O veía a SeungHo y Thunder tomados de la mano mientras el líder no paraba de sonreír. Lo miraba a él y luego a su novio. Le hablaba al oído de forma seductora haciendo el que visual maknae se sonrojara ¿Qué tipo de palabras estaba susurrando tan íntimamente? ¿Por qué lo hace con alguien más presente? Claro, no sabía ni sospechaba que él también lo amaba. Las lágrimas amenazaban con escaparse. A pesar de lo que estaba presenciando sus pies trataban de acercarse a la pareja. Como si estuviera haciendo un último intento por cambiar lo que estaba viendo, logró ponerse frente al líder – Dime, por qué él y yo no…SeungHo –. La escena desapareció, todo se volvió negro y fue recuperando la conciencia con cada segundo que pasaba. Le pesaban mucho los párpados pero intentó abrirlos. Se sentía muy débil. Cuando pudo abrir los ojos se encontró con una escena que lo hizo dudar ¿Seguía soñando? La cara de SeungHo estaba a escasos centímetros. Las mejillas coloradas y los ojos cerrados ¿Estaba por ser besado? Como si quisiera mantener por más tiempo la fantasía cerró los ojos y no movió un músculo hasta que lo sintió. Una pequeña presión en sus labios. Oh, cómo había extrañado esa textura y esa suavidad. Se sentía tan real que movió los labios disfrutando el contacto. Notó que se quería separar y con una mano en la nuca lo volvió a acercar. Era el sueño más hermoso que había tenido en tanto tiempo y no quería que terminara. Los labios de SeungHo junto a los suyos moviéndose lentamente, el suave cabello rozando la yema de sus dedos, el perfume invadiendo su sistema. Sintió que una mano tomaba la suya que estaba en la parte posterior del cuello y lo obligaba a soltarse.
- G.O… - murmuró el líder.
- No me dejes – susurró G.O sin abrir los ojos.
- Abre los ojos – le pidió.
- No quiero. No quiero – frunció el ceño.
- Ábrelos – levantó ligeramente la voz.
- No quiero despertarme – negaba con la cabeza.
- Ya estás despierto - suspiró.
- ¿Qué? – abrió los ojos y se encontraba con la misma imagen que creía haber soñado – SeungHo…yo – comenzaba a ponerse rojo al darse cuenta de lo que había hecho.
- ¿Pensaste que estabas soñando? – vio que G.O asentía – Perdón, n-no quise despertarte ¿Tienes hambre? T-te traje comida – se levantó a buscar la bandeja. 
- Siento un poco de hambre – se refregó el cuello nervioso.
- Come – le puso la bandeja en el regazo y bajó la cabeza mientras se sentaba al lado del colchón.
- Está bien – miró el plato y comenzó a alimentarse.
SeungHo estaba más allá de lo que se puede sentir como vergüenza. Se había acercado sigilosamente y lo había besado, sólo para descubrir que eso lo había despertado. Había intentado separarse pero G.O lo tomó de la nuca para continuar. Y él sólo le siguió la corriente, esperando que en algún momento pudiera soltarlo. Tenía que reconocer que hasta un medio dormido G.O besaba bien. Ese pensamiento logró aumentar el color de sus ya rosadas mejillas. Estaba seguro que cuando terminara la comida iba a querer hacer unas preguntas. Era su oportunidad para analizar lo que había sentido ¿Le gustó el beso? Si ¿Le latió el corazón en el momento en que estaba por besarlo? Creía que moriría de un ataque ¿Lo miraba y se sonrojaba? Considerando la situación en la que fue atrapado, si. En ese momento le asaltó una duda ¿Y si estaba así porque ahora sabía lo que G.O sentía por él? ¿Si sólo era empatía? Se obligó a recordar el “primer” beso. En ese momento no sabía nada y sin embargo recordaba que algo había cambiado en su interior. Lo observó a escondidas mientras comía. Tal vez no era empatía después de todo. Escuchó vagamente que decían su nombre.
- SeungHo – dejó la bandeja al costado de la cama –. Tierra llamando al líder -.
- ¿Estamos jugando a los astronautas? -.
- Eso pensé al ver que estabas en la luna ¿Estás bien? -.
- Sí, todo normal en el satélite terrestre – respondió con ironía - ¿Comiste todo? -.
- Sí – asintió con la cabeza.
- ¿Tomaste todo el agua que te traje? -.
- Sí, capitán – hizo el gesto militar de saludo -.
- G.O… - le advirtió.
- Fue una broma – levantó los brazos en señal de rendición.
- Veo que ya te sientes mejor – se levantó pero sintió que le agarraban la muñeca.
- ¿Dónde vas? – preguntó manteniendo el agarre.
- Voy a llevar la bandeja a la cocina. Es mejor que descanses ahora, te desmayaste -.
- Estoy bien, no necesito dormir -.
- Estuviste muy débil, necesitas dormir para recuperar fuerzas – tironeó para zafarse.
- Lo único que necesito ahora es que te vuelvas a sentar – apretó con más fuerza.
- ¿Para qué? – bufó fastidiado. Quería salir corriendo de la habitación.
- ¿No crees que merezco una explicación? – tironeó hacia abajo para obligarlo a sentarse.
- ¿De qué? – desvió la mirada.
- SeungHo, fuiste tú el que me dijo que estaba despierto, ¿cierto? -.
- …sí – murmuró SeungHo sentado en el piso.
- Entonces, estoy esperando respuestas – lo soltó y se cruzó de brazos.
- ¿Qué quieres saber? – preguntó molesto. 
- ¿Qué crees? – dijo irónico – Quiero saber por qué me besaste -.
- Ah…eso… - jugaba con los dedos de su mano evitando el contacto visual.
- ¿Qué otra cosa pensabas que iba a querer saber? ¿El secreto para acabar con el hambre en el mundo? – se revolvía el pelo frustrado – Dímelo, SeungHo, por favor -.
- Pues…yo… - tomó aire y junto el poco coraje que creía tener en este momento – quería c-comprobar algo -.
- Comprobar – repitió confundido - ¿Qué querías comprobar? -.
- Yo… - se mordió el labio nervioso.
- Tú… - la ansiedad lo estaba matando ¿Por qué tardaba tanto?
- Yo creo que… - suspiró y lo miró a los ojos – me gustas.

sábado, 1 de marzo de 2014

El Pacto (XXXVI)

Prueba, ensayo, experimento.

Thunder estaba contento. El que su novio estuviera distraído le daba la posibilidad de salir sin ser descubierto. Seguramente estarían discutiendo sobre las diferentes composiciones que el deprimido de su hyung había creado. No cabía la menor duda que si había una canción, el contenido sería exactamente lo que MBLAQ cantaba. No se preocupaba de dejar al líder a solas con el posiblemente compañero que más sufrió sus trucos. Conociendo a G.O, no intentaría confesarse o aprovecharse. No sabiendo que ya tenía un novio. Era de esas personas que no hacían una movida cuando ya había alguien. Muy caballero y muy predecible. Tal vez nunca creyó el dicho de “en la guerra y en el amor todo se vale”. También tenía que agradecer que su compañero de cuarto no apareciera hasta la madrugada, eso le daba tiempo de salir por un par de horas hasta que volviera de sus grabaciones. Consultó su reloj de muñeca. Tenía un par de horas. Tomó su celular y envió varios mensajes. Quería la máxima discreción y evitar a toda costa ser visto por Junhyung.