Capítulo XXVI: Tentaciones (parte 3)
Joon tenía la
cabeza cómodamente recostada en el cuello de Mir mientras leía las páginas. La
visión comenzó a hacerle borrosa y sentía que perdía el equilibrio al estar
algo lejos de la pared. Sin duda el esfuerzo de cocinar le había dado mucho
sueño. Abrazó al maknae para mantenerse en su lugar y volvió a cerrar los ojos
sólo por un momento.
Mir estaba
divirtiéndose con la escena que acababa de leer cuando sintió que Joon se
estaba cayendo hacia la pared. Sonrió ligeramente al pensar que su tonto hyung
se estaba quedando dormido ¿Dónde quedaba su idea de tentar a SeungHo hyung si
no podía mantener la concentración? Sintió que su hyung lo abrazaba y volvía a
acomodarse en su cuello. Lo más probable es que en este momento esté soñando
que está abrazando a Dani, su novia de peluche. Cerró los ojos para tratar de
pensar en cómo seguir con el plan.
- Mir, Joon –
susurró SeungHo.
- Shhh – puso el
dedo índice entre los labios haciendo el gesto de silencio – Joon hyung está
durmiendo – le acarició el pelo.
- ¿Quieres que
lo lleve a su habitación? – se ofreció de inmediato el líder.
- Déjalo aquí –
susurró –. Me tiene fuertemente agarrado -.
- Eso puedo
arreglarlo – se acercó a la cama.
- Está bien
hyung – sonrió ligeramente – a veces le gusta dormir conmigo -.
- ¿Si? –
preguntó curioso.
- Ahá – sonrió y
luego puso una vocecita melosa – Joon hyuuuung, ¿vamos a dormir? -.
SeungHo observó
curioso y algo molesto cómo Joon, con los ojos cerrados, empujaba a Mir a la
cama y lo mantenía abrazado. Incluso podía ver cómo levantaba la pierna y lo
terminaba de capturar. Y el maknae con una sonrisa se dejaba envolver -.
- Lo siento,
SeungHo hyung – susurró Mir – pero tendremos que dejar la lectura para otro
momento. Si quieres puedes llevarte el tomo a tu habitación y terminarlo -.
- No hay problema
-.
- Como quieras
hyung – susurró Mir – Y no te preocupes por Joon, calculo que en una hora lo
despertaré para que nos haga el almuerzo – y cerró los ojos.
SeungHo salió de
la habitación a regañadientes. Joon se tomaba muchas confianzas con el maknae y
lo más probable es que Mir se haya resignado y no oponga resistencia. Se sentó
en su propio colchón cuando notó que todavía tenía el tomo en la mano. Lo
arrojó violentamente al piso mientras se ponía colorado ¿Cómo se había olvidado
de dejarlo? Ese maldito pulpo de Joon que lo distrajo ¿Y ahora qué podía hacer?
¿Ir a devolverlo? Joon y Mir estarían ya dormidos. Abrazados. Muy abrazados. Podría
ir a despertarlos abriendo la puerta “accidentalmente” fuerte y logrando que se
separen. Se levantó de la cama pero luego sacudió la cabeza. Sería malo de su
parte intentar despertarlos sólo por algo que se estaba imaginando. Y si pasaba
algo entre ellos no tenía por qué interferir, ¿o sí? Se volvió a sentar. Ellos
ya eran adultos y podían hacer lo que quisieran. Aunque en su mente Mir seguía
siendo su pequeño. Vio de reojo el tomo. Todavía tenía una hora libre. Buscó su
consola portátil hasta que recordó que se lo había prestado a Thunder. Tenía su
computadora para jugar, pero si la prendía iba a quedarse más de una hora
peleando con usuarios de todo el mundo y se olvidaría de la situación en el
cuarto del maknae. El tomo seguía en su campo de visión. Se acercó lentamente y
lo levantó del suelo. Cerró la puerta de su cuarto y volvió a la cama ¿Qué daño
podía ocasionarle leerlo por una hora? Al menos mataría el tiempo, ¿no? Se
recostó en la almohada y abrió el tan temido libro. En el fondo de su mente
sabía que lo estaba haciendo por curiosidad y no sólo para matar el tiempo.
Quería saber por qué sus amigos habían escogido a los hombres sobre las mujeres.
Sonreía ante esa idea absurda. Un cómic no podría darle ese tipo de respuestas,
si fuera así, Mir nunca le hubiera pedido ayuda a Joon. Comenzó a leer
valientemente todas las páginas, sin saltearse una mientras su mente elaboraba
unas escenas distintas. Joon haciendo el papel del escritor Usami y Mir como
Misaki. El maknae siendo acosado por el mayor, casi obligándolo a estar con él
hasta que la costumbre lo hizo resignarse ¿Sería así en la vida real? Sacudió
la cabeza. Mir le había confesado que fue él quien le pidió a Joon que lo
besara. Siguió leyendo las páginas. Tenía que admitir que era bastante
divertido, sacando las partes que lo seguían poniendo colorado. Por un segundo
se le cruzó por la mente…¿cómo se sentiría estar en esa situación con otro
hombre? Y su imaginación viajó hasta G.O. Se levantó de golpe. Ya era
suficiente de ese libro maldito. Miró el reloj. Ya era hora de ir a despertar a
los dongsaengs. Fue caminando pesadamente, tratando deliberarse de su absurda
imaginación y se paró en seco enfrente de la puerta de Mir. Parecía que estaban
despiertos y hablaban algo. Pegó la oreja a la madera.
- Joonie,
levántate – decía Mir en tono meloso.
- Si me das un
beso me levanto – ronroneó Joon.
- Siempre tan
mimoso por las mañanas – susurró – Bueno, uno y te levantas -.
SeungHo asomó la
cabeza por la puerta en el mismo momento en el que Mir le daba un beso en los
labios a Joon mientras que este lo tenía fuertemente apretado contra sí ¿Cuál
era la relación que tenían esos dos?