domingo, 20 de octubre de 2013

El Pacto (XXVI)

Capítulo XXVI: Tentaciones (parte 3)


Joon tenía la cabeza cómodamente recostada en el cuello de Mir mientras leía las páginas. La visión comenzó a hacerle borrosa y sentía que perdía el equilibrio al estar algo lejos de la pared. Sin duda el esfuerzo de cocinar le había dado mucho sueño. Abrazó al maknae para mantenerse en su lugar y volvió a cerrar los ojos sólo por un momento.
Mir estaba divirtiéndose con la escena que acababa de leer cuando sintió que Joon se estaba cayendo hacia la pared. Sonrió ligeramente al pensar que su tonto hyung se estaba quedando dormido ¿Dónde quedaba su idea de tentar a SeungHo hyung si no podía mantener la concentración? Sintió que su hyung lo abrazaba y volvía a acomodarse en su cuello. Lo más probable es que en este momento esté soñando que está abrazando a Dani, su novia de peluche. Cerró los ojos para tratar de pensar en cómo seguir con el plan.
- Mir, Joon – susurró SeungHo.
- Shhh – puso el dedo índice entre los labios haciendo el gesto de silencio – Joon hyung está durmiendo – le acarició el pelo.
- ¿Quieres que lo lleve a su habitación? – se ofreció de inmediato el líder.
- Déjalo aquí – susurró –. Me tiene fuertemente agarrado -.
- Eso puedo arreglarlo – se acercó a la cama.
- Está bien hyung – sonrió ligeramente – a veces le gusta dormir conmigo -.
- ¿Si? – preguntó curioso.
- Ahá – sonrió y luego puso una vocecita melosa – Joon hyuuuung, ¿vamos a dormir? -.
SeungHo observó curioso y algo molesto cómo Joon, con los ojos cerrados, empujaba a Mir a la cama y lo mantenía abrazado. Incluso podía ver cómo levantaba la pierna y lo terminaba de capturar. Y el maknae con una sonrisa se dejaba envolver -.
- Lo siento, SeungHo hyung – susurró Mir – pero tendremos que dejar la lectura para otro momento. Si quieres puedes llevarte el tomo a tu habitación y terminarlo -.
- No hay problema -.
- Como quieras hyung – susurró Mir – Y no te preocupes por Joon, calculo que en una hora lo despertaré para que nos haga el almuerzo – y cerró los ojos.
SeungHo salió de la habitación a regañadientes. Joon se tomaba muchas confianzas con el maknae y lo más probable es que Mir se haya resignado y no oponga resistencia. Se sentó en su propio colchón cuando notó que todavía tenía el tomo en la mano. Lo arrojó violentamente al piso mientras se ponía colorado ¿Cómo se había olvidado de dejarlo? Ese maldito pulpo de Joon que lo distrajo ¿Y ahora qué podía hacer? ¿Ir a devolverlo? Joon y Mir estarían ya dormidos. Abrazados. Muy abrazados. Podría ir a despertarlos abriendo la puerta “accidentalmente” fuerte y logrando que se separen. Se levantó de la cama pero luego sacudió la cabeza. Sería malo de su parte intentar despertarlos sólo por algo que se estaba imaginando. Y si pasaba algo entre ellos no tenía por qué interferir, ¿o sí? Se volvió a sentar. Ellos ya eran adultos y podían hacer lo que quisieran. Aunque en su mente Mir seguía siendo su pequeño. Vio de reojo el tomo. Todavía tenía una hora libre. Buscó su consola portátil hasta que recordó que se lo había prestado a Thunder. Tenía su computadora para jugar, pero si la prendía iba a quedarse más de una hora peleando con usuarios de todo el mundo y se olvidaría de la situación en el cuarto del maknae. El tomo seguía en su campo de visión. Se acercó lentamente y lo levantó del suelo. Cerró la puerta de su cuarto y volvió a la cama ¿Qué daño podía ocasionarle leerlo por una hora? Al menos mataría el tiempo, ¿no? Se recostó en la almohada y abrió el tan temido libro. En el fondo de su mente sabía que lo estaba haciendo por curiosidad y no sólo para matar el tiempo. Quería saber por qué sus amigos habían escogido a los hombres sobre las mujeres. Sonreía ante esa idea absurda. Un cómic no podría darle ese tipo de respuestas, si fuera así, Mir nunca le hubiera pedido ayuda a Joon. Comenzó a leer valientemente todas las páginas, sin saltearse una mientras su mente elaboraba unas escenas distintas. Joon haciendo el papel del escritor Usami y Mir como Misaki. El maknae siendo acosado por el mayor, casi obligándolo a estar con él hasta que la costumbre lo hizo resignarse ¿Sería así en la vida real? Sacudió la cabeza. Mir le había confesado que fue él quien le pidió a Joon que lo besara. Siguió leyendo las páginas. Tenía que admitir que era bastante divertido, sacando las partes que lo seguían poniendo colorado. Por un segundo se le cruzó por la mente…¿cómo se sentiría estar en esa situación con otro hombre? Y su imaginación viajó hasta G.O. Se levantó de golpe. Ya era suficiente de ese libro maldito. Miró el reloj. Ya era hora de ir a despertar a los dongsaengs. Fue caminando pesadamente, tratando deliberarse de su absurda imaginación y se paró en seco enfrente de la puerta de Mir. Parecía que estaban despiertos y hablaban algo. Pegó la oreja a la madera.
- Joonie, levántate – decía Mir en tono meloso.
- Si me das un beso me levanto – ronroneó Joon.
- Siempre tan mimoso por las mañanas – susurró – Bueno, uno y te levantas -.
SeungHo asomó la cabeza por la puerta en el mismo momento en el que Mir le daba un beso en los labios a Joon mientras que este lo tenía fuertemente apretado contra sí ¿Cuál era la relación que tenían esos dos?


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