viernes, 4 de octubre de 2013

El Pacto (XXII)

Capítulo XXII: Análisis.

SeungHo se quedó pensativo unos momentos luego que saliera Thunder ¿Qué tan complicada se estaba volviendo su situación? Alentando al visual maknae por un camino que no estaba muy seguro que fuera el correcto. Ni siquiera sabía quién era la persona de la cual estaba enamorada ¿Y si lo rechazaba? O peor, ¿si luego iba a los medios y anunciaba que uno de los integrantes de MBLAQ le había confesado su amor? Tenía que saber de quién se trataba. A lo mejor tenía suerte y lo había visto en el bar donde lo había llevado G.O. Se mordió el labio mientras pensaba qué podía hacer. Primero, sacarle la verdad a Thunder. Segundo, volver a ese maldito bar para ver si esa persona frecuentaba el lugar. G.O no iría a cualquier club de la ciudad, ése tendría que ser el mejor y el más discreto. Si frecuentaba otro, no era una persona conveniente para el visual maknae. Sonrió levemente. Claro, recordaba que Thunder le había dicho que esa persona no era gay, pero él no podía estar seguro. En el país donde vivían, ser gay se mantenía en estricto secreto.

- SeungHo – dijo G.O asomando la cabeza por la puerta.
- G.O! – se tocó el corazón – Me asustaste ¿Cómo entras sin golpear? ¿Quieres matarme y quedarte con el puesto de líder? -.
- Golpeé la puerta – se quejó – pero no hiciste caso y como sabía que estabas te hablé. Y quiero tanto tu puesto de líder como tú mi puesto de cocinero – se cruzó de brazos - ¿Puedo pasar? -.
- Ya que medio cuerpo tuyo está adentro, supongo que puedes -.
- ¿Hay algo que te esté molestando SeungHo? – se sentó en la silla.
- No – mintió - ¿Por qué lo dices? -.
- Porque saliste sin decir una palabra de la cocina ¿Estás enojado por las bromas? -.
- Claro que no – volvió a mentir mientras agarraba la ropa que había dejado tirada cuando llegó del bar –, no es la primera vez que escucho esas bromas. Ahora si me permites, tengo que llevar esto al lavadero, tiene olor a humo – fue caminando hacia la puerta.
- SeungHo – lo tomó del brazo para impedirle salir –, no me puedes mentir, soy tu mejor amigo y a mí no me engañas, sé que estás molesto -.
- G.O – le dio una mirada asesina – si estuviera molesto ya estarías tirado en el piso. Así que o me sueltas o mirarás el polvo desde cerca -.
- Creo que necesitas dormir más – dijo suavemente como si tratara de calmar a una fiera –. Dame tu ropa que yo mismo la llevaré. Tú descansa hasta que sea la hora del almuerzo – le sonrió ampliamente mientras le sacaba de las manos la ropa.
- Lo que tú digas – le dio la espalda y volvió a esconderse bajo las mantas.
G.O cerró suavemente la puerta mientras iba al lavadero. Miró las prendas que tenía en las manos y sonrió ante el recuerdo de SeungHo usándolas la noche anterior. Se veía tan sexy con todo eso puesto. Frunció el ceño. No iba a llevarlo nunca más a ese lugar. Primero estaba JunHyung y sus constantes intentos por manosearlo, luego todos esos idiotas que no paraban de devorarlo con la mirada. Arrojó enojado la ropa en la canasta de ropa oscura. Tenía que lograr que SeungHo lo eligiera a él. Ahora que se daba cuenta que tenía demasiada competencia no quería perder contra ninguno de ellos. En especial, con Thunder. Cada vez tenía más sospechas sobre las actitudes del visual maknae.
Thunder acababa de cortar una llamada de diez minutos mentalmente agotado. Luego de dos minutos de palabras sin sentido había logrado que JunHyung le dijera todo lo que quería saber. Se mordió el labio mientras pensaba que algo faltaba que explicara el repentino enojo de SeungHo. Claramente no era por el beso de G.O, sino algo más. Repasó lo que había sucedido en la cocina en la mañana y luego su charla. G.O lo estaba molestando por su aspecto y él había declinado la oferta de un segundo beso. No porque no quisiera, sino porque no era conveniente con todos los integrantes en la casa. Algo relacionado con eso ¿Rechazo? G.O lo había rechazado de alguna manera. Había hecho sentir a SeungHo inseguro. Y tomando en cuenta la personalidad del líder, era un problema. Sonrió. G.O acababa de cometer un error gravísimo y había sido estúpido al no resolverlo. Su extraño sentido del humor lo acababa de hundir. Respiró profundamente. Era hora de hacer un movimiento sumamente arriesgado pero si salía como esperaba iba a matar dos pájaros de un tiro. Mejorar el autoestima de SeungHo y dejar sin posibilidades a G.O. Tomó el celular y mandó un mensaje. Cuando recibió la respuesta, no se sintió en absoluto decepcionado. Cruzó los dedos. Que todo saliera como pensaba. Sólo tenía que esperar unos días.


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