Capítulo XXII: Análisis.
SeungHo se quedó
pensativo unos momentos luego que saliera Thunder ¿Qué tan complicada se estaba
volviendo su situación? Alentando al visual maknae por un camino que no estaba
muy seguro que fuera el correcto. Ni siquiera sabía quién era la persona de la
cual estaba enamorada ¿Y si lo rechazaba? O peor, ¿si luego iba a los medios y
anunciaba que uno de los integrantes de MBLAQ le había confesado su amor? Tenía
que saber de quién se trataba. A lo mejor tenía suerte y lo había visto en el
bar donde lo había llevado G.O. Se mordió el labio mientras pensaba qué podía
hacer. Primero, sacarle la verdad a Thunder. Segundo, volver a ese maldito bar
para ver si esa persona frecuentaba el lugar. G.O no iría a cualquier club de
la ciudad, ése tendría que ser el mejor y el más discreto. Si frecuentaba otro,
no era una persona conveniente para el visual maknae. Sonrió levemente. Claro,
recordaba que Thunder le había dicho que esa persona no era gay, pero él no
podía estar seguro. En el país donde vivían, ser gay se mantenía en estricto
secreto.
- SeungHo – dijo
G.O asomando la cabeza por la puerta.
- G.O! – se tocó
el corazón – Me asustaste ¿Cómo entras sin golpear? ¿Quieres matarme y quedarte
con el puesto de líder? -.
- Golpeé la
puerta – se quejó – pero no hiciste caso y como sabía que estabas te hablé. Y
quiero tanto tu puesto de líder como tú mi puesto de cocinero – se cruzó de
brazos - ¿Puedo pasar? -.
- Ya que medio
cuerpo tuyo está adentro, supongo que puedes -.
- ¿Hay algo que
te esté molestando SeungHo? – se sentó en la silla.
- No – mintió -
¿Por qué lo dices? -.
- Porque saliste
sin decir una palabra de la cocina ¿Estás enojado por las bromas? -.
- Claro que no –
volvió a mentir mientras agarraba la ropa que había dejado tirada cuando llegó
del bar –, no es la primera vez que escucho esas bromas. Ahora si me permites,
tengo que llevar esto al lavadero, tiene olor a humo – fue caminando hacia la
puerta.
- SeungHo – lo
tomó del brazo para impedirle salir –, no me puedes mentir, soy tu mejor amigo
y a mí no me engañas, sé que estás molesto -.
- G.O – le dio
una mirada asesina – si estuviera molesto ya estarías tirado en el piso. Así
que o me sueltas o mirarás el polvo desde cerca -.
- Creo que
necesitas dormir más – dijo suavemente como si tratara de calmar a una fiera –.
Dame tu ropa que yo mismo la llevaré. Tú descansa hasta que sea la hora del
almuerzo – le sonrió ampliamente mientras le sacaba de las manos la ropa.
- Lo que tú
digas – le dio la espalda y volvió a esconderse bajo las mantas.
G.O cerró
suavemente la puerta mientras iba al lavadero. Miró las prendas que tenía en
las manos y sonrió ante el recuerdo de SeungHo usándolas la noche anterior. Se
veía tan sexy con todo eso puesto. Frunció el ceño. No iba a llevarlo nunca más
a ese lugar. Primero estaba JunHyung y sus constantes intentos por manosearlo,
luego todos esos idiotas que no paraban de devorarlo con la mirada. Arrojó
enojado la ropa en la canasta de ropa oscura. Tenía que lograr que SeungHo lo
eligiera a él. Ahora que se daba cuenta que tenía demasiada competencia no
quería perder contra ninguno de ellos. En especial, con Thunder. Cada vez tenía
más sospechas sobre las actitudes del visual maknae.
Thunder acababa
de cortar una llamada de diez minutos mentalmente agotado. Luego de dos minutos
de palabras sin sentido había logrado que JunHyung le dijera todo lo que quería
saber. Se mordió el labio mientras pensaba que algo faltaba que explicara el
repentino enojo de SeungHo. Claramente no era por el beso de G.O, sino algo
más. Repasó lo que había sucedido en la cocina en la mañana y luego su charla.
G.O lo estaba molestando por su aspecto y él había declinado la oferta de un
segundo beso. No porque no quisiera, sino porque no era conveniente con todos
los integrantes en la casa. Algo relacionado con eso ¿Rechazo? G.O lo había
rechazado de alguna manera. Había hecho sentir a SeungHo inseguro. Y tomando en
cuenta la personalidad del líder, era un problema. Sonrió. G.O acababa de cometer
un error gravísimo y había sido estúpido al no resolverlo. Su extraño sentido
del humor lo acababa de hundir. Respiró profundamente. Era hora de hacer un
movimiento sumamente arriesgado pero si salía como esperaba iba a matar dos
pájaros de un tiro. Mejorar el autoestima de SeungHo y dejar sin posibilidades
a G.O. Tomó el celular y mandó un mensaje. Cuando recibió la respuesta, no se
sintió en absoluto decepcionado. Cruzó los dedos. Que todo saliera como
pensaba. Sólo tenía que esperar unos días.
buenisimooo sigueee
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