Mucho gusto
Mi
manager subió conmigo hasta las oficinas. Hubiera preferido que se
quedara en el auto y me dejara a solas con él, pero insistió en que
debía hacer la presentación pautada. No era conveniente que me
viera solo e indefenso, como cualquier rookie. Al menos, esas eran
sus palabras. Yo sonreía frente a su actitud protectora. Nos
estábamos arriesgando mucho al cambiar de productor musical y yo no
podía remediarlo. Lo lamentaba por ellos, pero sabía que no me
quedaría tranquilo hasta al menos conocerlo. Incluso había hecho
cambios drásticos esperando este momento. Estábamos en la sala
aguardando nuestra cita y lo vi salir. El joven del cual me había
hablado Mir. Se alejaba a pasos apresurados rumbo a los ascensores.
Mi manager me hizo un leve comentario sobre la falta de educación
pero lo pasé por alto negando con la cabeza. No era necesario ser un
genio para darse cuenta de la situación. Su tiempo se había
terminado. Una parte de mí se sentía más ofendida por haber sido
testigo de otro engaño pero por otro lado, significaba que tendría
más chances. La secretaria nos llamó y me paralicé por un segundo.
No podía fallar y eso era lo que más temía, cometer un error y dar
una mala primera impresión. Mi manager me sacó de ese estado
empujándome lentamente hacia la oficina. Si quería escapar, era
ahora. Sólo me verían como alguien que cambió de parecer a último
momento. La servicial secretaria abrió la puerta y ahí se esfumó
mi oportunidad. Di un paso decidido y entonces lo vi. Llevaba un
traje beige con finas rayas blancas que cruzaban vertical y horizontalmente. Tipeaba furiosamente mientras
hablaba por teléfono y hubo un gesto que realizó que me hizo
comprender cosas. Se pasó lentamente la lengua por los labios
mientras hablaba. Mirar atentamente ese acto tan natural, enfocar
tanto la vista en esa porción rosada que iba dejando un rastro
brilloso en unos labios tan llenos logró que se me secara la boca.
Tenía enfrente mío a un natural, una de esas personas que te seduce
hasta involuntariamente. Ahora realmente quería huir de allí.
Estaba por pedirle al manager que nos retiremos cuando levantó la
vista y me sonrió. Cortó la llamada y se levantó de su escritorio.
Venía caminando hacía mí y no pude evitar sentirme como un conejo
que está por ser atrapado por un tigre. Con pasos decididos se me
acercó y me tendió la mano.
-
Mucho gusto, mi nombre es Yang SeungHo – me miró a los ojos.
-
El gusto es mío – dije automáticamente sin poder despegarme de
esa mirada profunda.
-
He oído muy buenas recomendaciones de su trabajo – intervino mi
manager quien tomó la mano y se la estrechó. Eso hizo que desviara
la mirada y pude salir del trance en el que estaba.
-
Ya veo, por eso decidieron venir – sonrió –. Vamos a sentarnos y
hablar sobre lo que tienen en mente.
Durante
dos horas estuvieron discutiendo sobre el contrato, el estilo de
música, el lanzamiento del CD con canciones que había compuesto.
Nunca agradecí tanto la compañía de mi manager y su eficacia. Hice
un par de lamentables acotaciones fruto de mis nervios y la mayoría
de las veces sólo asentía. Pude observar todos sus movimientos y
sólo notaba que se manejaba con gran profesionalismo. Si me miró
alguna vez, sólo era para hacerme alguna pregunta. Le dejamos
nuestra información de contacto y concluimos la reunión. Saliendo
del edificio me sentí derrotado, como si hubiera arruinado varios
meses de preparación. Me senté en el auto y suspiré.
-
¿Por qué suspiras? - me preguntó mientras se abrochaba el cinturón
de seguridad.
-
Por nada – contesté sin ánimos.
-
No parece. Prácticamente no hablaste en la reunión, ¿te sientes
bien? Tal vez necesites más tiempo... -.
-
No, no es eso – interrumpí. No soportaba la condescendencia de su
tono.
-
¿Entonces? No te vi en lo absoluto concentrado. Parecías un rookie
escuchando por primera vez su contrato. Tal vez fue mala idea lo de
cambiar de productor – arrancó el auto.
-
Tal vez... - arrastré las palabras – Seguro que en este momento
debe estar tirando todo lo que le dimos, incluso el demo. Fue mi
culpa por estar distraído -.
-
No seas tan duro contigo mismo. A todos nos puede pasar... -.
-
Pero esta reunión era importante – miré los edificios por la
ventana – ...era importante – susurré.
-
¿Tanto querías trabajar con él? - asentí levemente – Entonces
tengamos un poco de fe. No creo que tire algo sin oírlo primero.
Estoy seguro que tu voz va a lograr que nos llame... -.
Si
dijo algo más ya no llegué a escuchar. Seguía recordando lo que
había pasado en esa reunión. Cada uno de los errores que cometí y
cada silencio que guardé. La oportunidad que había preparado se
acababa de escurrir entre mis dedos. Tantas veces lo había pensado,
lo había imaginado. Pero la realidad resultó ser lo opuesto ¿Cómo
iba a imaginar que seducir a alguien como él iba a ser tan difícil?
Todo parecía indicar que no había llamado su atención en lo
absoluto. Llegué a mi casa y fui derecho a mi cama. Me senté en el
borde y miré las fotos. Suspiré. En teoría todo era sencillo.
Mirar su imagen todos los días, ideando escenarios en los que
pudiera enamorase de mí. Me acosté y cerré los ojos ¿Por qué no
pude hacer nada delante del hombre que me arruinó?
Por favor avanza :'( esta muy bueno el fanfic
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