El Pacto (XXXV)

Lapsus 

La luna se estaba asomando y SeungHo estaba cansado de dar vueltas en su habitación. Especulando no iba a llegar a ninguna resolución así que con decisión fue a ver a G.O. Golpeó la puerta, escuchó movimientos y entró en el exacto momento en el que su mejor amigo se desplomaba en el suelo. Con mucha preocupación se acercó para comprobar que no se hubiera lastimado la cabeza por el golpe y suspiró aliviado al comprobar que no era grave. Respiraba con normalidad así que supuso que se trataba de un desmayo. Lo levantó y notó preocupado que estaba muy delgado ¿Acaso estaba a dieta? ¿Cómo no se dio cuenta que G.O había perdido peso? ¿Dónde estaba su cabeza que no podía ejercer correctamente su trabajo como líder? Le envió un mensaje al manager preguntándole quién había ordenado la dieta sólo para recibir una negativa. Lo recostó en la cama y lo tapó. Entendía que la causa de su desmayo era la falta de alimento. Pero ¿por qué se estaba privando de comida? Corrió el pelo que no dejaba verle bien el rostro. Sus facciones estaban más angulosas. Inconscientemente recorrió con los dedos el hueso del pómulo que se hacía visible, la línea de la mandíbula ¿Dónde estaba el rostro más envidiado ahora? ¿Dónde estaba aquella persona que se cuidaba más que nadie, que se preocupaba tanto por su aspecto? En su mente trataba de recordar si lo había visto haciendo sus ejercicios habituales y nada aparecía en su memoria. Seguía acariciando el rostro de aquella persona que creía conocer mejor que a sí mismo hasta que se dio cuenta de lo que estaba haciendo. Sus mejillas se sonrojaron pero se sacudió esa sensación extraña. No era el momento de analizar su propio comportamiento. Lo importante ahora era obligar a G.O a que consuma alimentos. Llamó a un local de delivery y ordenó comida para los cuatro que estaban en la casa. No quería salir de esa habitación pero tenía que ocuparse de darles de comer a los otros dos mientras su omma recupera el conocimiento. Fue hasta la cocina y comenzó a colocar los cubiertos. Cuando el pedido llegó llamó a Mir y Thunder para que comieran.

- SeungHo hyung – dijo Mir mientras se sentaba - ¿G.O hyung no quiso hacer la cena? -.
- G.O está muy ocupado escribiendo – mintió el líder.
- ¿Quieres que le lleve la comida? – se ofreció Thunder.
- No hace falta. Me dijo que por ahora no tiene hambre – no quería contarles a los maknaes la verdad para no preocuparlos – Luego que terminemos le llevaré un poco -.
- ¿Compraste también para Joon hyung? – preguntó Mir.
- ¿Va a venir a comer? -.
- No creo que llegue hasta la una de la madrugada – dijo Mir –. Pero es probable que venga con hambre -.
- No te preocupes Mir, le guardaré algo – sonrió SeungHo. 
- Ustedes se han vuelto muy cercanos – observó Thunder.
- Bueno… - murmuró – tenemos algunas cosas en común -.
SeungHo tenía ganas de aprovechar esa oportunidad y preguntarle cuál era su verdadera relación pero sabía que delante de Thunder no iba a ser posible. Su novio no sabía sobre las “cosas” en común que compartían esos dos. Se concentró en terminar su comida para poder ocuparse de G.O ¿Ya estaría despierto? Estaba ansioso pero no podía demostrarlo. Terminó su comida dentro de los quince minutos, como siempre y esperó a que los otros terminaran. Luego de ordenarles que limpiaran los platos y supervisarlos muy de cerca comenzó a calentar la comida para su mejor amigo.
- Hyung – le llamó la atención Mir mientras se sacaba los guantes –, me voy a jugar un poco a los videojuegos -.
- ¿Vas a esperar a que vuelva Joon? -.
- Si – asintió con la cabeza –, y le diré que tiene comida guardada - sonrió.
- Está bien – le revolvió el pelo –, no te olvides -.
- Hyung – le susurró Thunder – tengo un poco de sueño – se refregó los ojos.
- Ve a dormir entonces -.
- ¿Me das un beso de buenas noches? – se atrevió a preguntar al ver que Mir ya no estaba a la vista.
- Sabes que no puedo Thunder. G.O está en la casa también, no podemos dejar que nos descubran – habló bajito.
- Pero yo quería… - hizo puchero.
- Mañana – le sonrió para contentarlo.
- Es una promesa – le devolvió la sonrisa y se fue a su cuarto.
Cuando el visual maknae cerró la puerta puso la comida y una botella de agua en una bandeja y fue a ver a su mejor amigo. Entro despacio y lo vio aún dormido. Intentó hacer lugar en el escritorio para dejar la cena y fue moviendo algunos papeles ¿Serían las canciones que estaba componiendo para el disco? Tenía mucha curiosidad por leerlas y fue tomando un par mientras se sentaba en la silla. Cuando iba por la tercera se dio cuenta que todas eran sobre un amor no correspondido, una persona que él no merecía tener, una persona que ya estaba en los brazos de otro amor ¿Por qué sentía un dolor en el pecho al leerlas? Tal vez su corazón notaba que estaban compuestas para él. Dejó los papeles en el escritorio. Su cerebro le recordaba que la mayoría de las canciones que ellos escogían tenían esas características. Su mente y su corazón se jugaban una batalla por demostrar que no se equivocaban. Cuando sentía que comenzaría a dolerle la cabeza, un ruido lo distrajo. Era el sonido de la llegada de un mensaje de texto. Debajo de los papeles encontró el móvil de G.O. Iba a dejarlo pasar cuando leyó el nombre del destinatario. Sin pensarlo dos veces lo abrió.

De: SungJong
Hyung, llevas tiempo sin aparecerte en el bar. Necesito verte. Por favor, tienes que darme una oportunidad. Estoy seguro que puedo lograr que te olvides para siempre de esa persona que tanto daño te ha hecho. Mereces ser feliz. Tú y yo sabemos que él jamás podría hacerte caso, sólo te ve como un amigo. Llámame cuando tomes una decisión. Voy a esperar hasta que decidas estar conmigo. Yo quiero hacerte feliz.

Cerró rápidamente el mensaje y estuvo a punto de borrarlo, afortunadamente se dio cuenta a tiempo que eso sería una grave violación a la intimidad. Dejó el móvil donde lo había encontrado y se acercó al colchón donde seguía inconsciente G.O ¿Quién era esa persona que mencionaba SungJong? ¿Tan infeliz era G.O ahora? Lo miró y tuvo todas las respuestas. Esa era la cara de alguien que estaba sufriendo por amor. Ahora se estaba removiendo como si tuviera una pesadilla. Lo tomó por los hombros para tratar de despertarlo sin conseguirlo. Luego comenzó a murmurar incoherencias. Acercó más la cara para poder escuchar mejor.
- D-dime… d-dime… - respiraba entrecortadamente – p-por qué él y yo….y yo… no – sollozaba – Se-seung… -.