viernes, 6 de junio de 2014

(MBLAQ) Last Luv (II)

Advertencia: lemon

Joon realmente se veía algo más que mareado, seguramente estaba más afectado de lo que aparentaba. Mir había pasado un brazo alrededor de su cintura y podía notar el duro cuerpo del mayor. Lo miró de reojo. Este permanecía con la cabeza ligeramente agachada y la vista fija en el suelo. El pequeño pudo ver que aquél hombre era aún más perfecto de cerca, seguramente cualquier chica de su alrededor caería a sus pies, pero allí estaba, en una cita con él. Aquello para Mir era algo imposible de creer ¿Que sería lo que vio en su foto que lo atrajo tanto? Continuaba perdido en sus pensamientos cuando el ascensor se detuvo en el piso de la suite presidencial. El ascensorista se hizo a un lado para dejarlos pasar y el pequeño pasó a su lado prácticamente arrastrando al mayor. De verdad que había sido una estupidez de su parte pedir dos botellas cuando su tolerancia al alcohol era cero. Mir se sentía bastante intimidado en aquel lugar y es que... ¡Todo era extremadamente lujoso! Después de caminar durante unos minutos por un amplio pasillo que parecía no tener fin, finalmente llegaron a la suite gracias a la escasa ayuda de la que había servido Joon. Cuando atravesó la puerta con el mayor pegado a él se quedó sorprendido con lo que veía. Parecía incluso más amplio que su departamento y lujosamente decorado, podía sentir la elegancia en cada objeto en el que posaba su vista, desde los clásicos sillones hasta las flores perfectamente colocadas en jarrones de cristal en cada mueble.


Joon se sentó en una enorme cama aflojándose la corbata, realmente se veía mucho más estable, parecía haber recuperado la caballerosidad y el saber estar. Se pasó la mano por el cabello y Mir lo miraba prácticamente embobado. Vio como el mayor intentaba quitarse los zapatos y se acercó deprisa.
-Espera, yo puedo ayudarte...- se agachó delante de él y se deshizo de los zapatos en cuestión de segundos, y al momento se puso completamente rojo al darse cuenta de la situación en la que se encontraba. Él, arrodillado entre las piernas de Lee Joon. Se levantó rápidamente y se quedó allí de pie -. Bueno...acuéstate un poco...hasta que se te pase...supongo que podré marcharme en breve, te veo mejor - dijo sintiendo un nudo en el pecho. No quería irse, pero ya no tenía ninguna función allí. Lee Joon estaba a salvo y la cita había terminado.
- No te vayas, aún no estoy bien del todo...quédate y cuando esté recuperado nos vamos... -.
- Yo... -.
- Vamos... ¿No irás a dejarme solo?... -.
- No...yo...está bien, me quedaré...- dijo mirando como el mayor se deshacía de la chaqueta y se acostaba en la amplia cama como él le había sugerido.
Mir no sabía qué hacer. Caminaba despacio de un lado al otro, lanzando miradas indirectas al adonis acostado en la cama. Decidió que lo mejor sería sacar su móvil para tomar unas fotos de toda la decoración, pero no llegó a hacerlo cuando Lee Joon llamó su atención.
- ¿Qué estás haciendo?- preguntó sentándose en la cama - Ven aquí...- dijo dando unos golpecitos con la mano a su lado.
- Está bien...- se deshizo de sus zapatos y se sentó al lado un poco incómodo, quizás hubiera sido más fácil permanecer allí con un Lee Joon borracho.
- Siento que la cita haya acabado así...soy un idiota - dijo cabizbajo
- No...no digas eso, estas cosas pasan - contestó sonriendo como un bobo.
- Espero que no te lleves una mala impresión de mí después de esto... ojalá me concedas una segunda cita... -.
- Tú... ¿de verdad tendrías una segunda cita conmigo? - preguntó el pequeño confuso.
- Claro...se que no te conozco prácticamente nada, pero lo que he visto por ahora me gusta - dijo seriamente mirándolo a los ojos - ¿Y a ti...te gusta lo que has visto de mí? -.
-¿Cómo… no...?-.
Lee Joon sonrió ampliamente al escuchar esa respuesta y le acarició la mejilla con las yemas de los dedos despacio, notando cómo el menor se sonrojaba hasta las orejas. Aquello le gustaba, se veía tan vulnerable... Se quedaron un momento mirándose a los ojos. La tensión que había entre los dos se palpaba en el aire. Joon fue acercando lentamente su rostro al del menor que lo miraba con los ojos abiertos como platos. A medida que se acercaba más, más aumentaba su respiración. Se moría por probar esos labios, y no tuvo que esperar mucho para hacerlo.
El mayor depositó un casto beso sobre sus labios, pero Mir no iba a dejarlo así. Quería sentir esos labios de verdad. Se abalanzó sobre la boca del mayor fundiéndose en un beso apasionado. Joon mantenía su mano en un agarre firme sobre su cuello con la intención de no dejarlo escapar. Mir se aferró a su camisa con ambas manos con la misma intención del mayor, quien succionaba sus labios con esmero, introduciendo su lengua en busca de la del menor, para posteriormente empezar una batalla en la cual no era seguro quién iba a ser el ganador.
No conformes tan sólo con el beso, Joon arrastró al menor hasta sentarlo a horcajadas sobre sus piernas. Descendió depositando tiernos besos por su cuello mientras los jadeos y pequeños gemidos del menor lo excitaban de sobre manera. Colocó ambas manos en su cintura y continuó con el recorrido de besos.
Mir era incapaz de quedarse quieto, así que empezó a desabrochar los botones de la camisa del mayor con urgencia. Se estaba excitando más de lo que debería con unas simples caricias y su miembro empezaba a despertar. Cuando consiguió por fin deshacerse de aquella prenda pasó sus manos por el perfecto pecho y se mordió los labios al sentir como el mayor ahora hacía lo mismo con él, deshaciéndose de su camisa con rapidez.
Joon le mordió el labio mientras llevaba sus manos a sus pezones y empezaba a acariciarlos, haciendo que se endurecieran al momento.
- Ahmm - gimió el menor sin poder evitarlo, y cuando se quiso dar cuenta ya tenía los labios del mayor alrededor de uno de sus pezones, succionándolo con destreza. Mir sintió que podría correrse allí mismo y el mayor no se detenía, pero estaba tan concentrado en el placer que estaba sintiendo que no fue capaz de articular palabra. Se dejó llevar mientras gemía de manera incontrolable murmurando palabras que ni si quiera él entendía.
Joon pasó al siguiente pezón y pasó la lengua despacio haciendo que Mir dejara escapar un gemido profundo. Desde luego estaba muy sensible y el hecho de sentir como el miembro del mayor ya estaba despierto debajo de él lo excitaba aún más allá de los límites.
El mayor rodeó el pezón e imitó lo que había hecho anteriormente, pero con más ímpetu, mientras empezaba a desprender el pantalón del menor. Una vez desabrochado, y sin detener la acción que estaba llevando a cabo, introdujo ambas manos dentro y apretó el trasero del más joven con deseo. Depositó una tierna mordida sobre el pezón y pudo sentir como el menor se arqueaba y prácticamente vibraba de placer en sus brazos.
Eso sin duda había sido un orgasmo rápido. A Mir no le dio tiempo a disculparse ya que Joon giró con él, dejándolo de espaldas en la cama y le sacó los pantalones en un movimiento rápido junto con los boxers. Lo hizo flexionar las rodillas para colocarse entre estas. Empezó a depositar besos por todo el abdomen del menor mientras le sujetaba el miembro con firmeza sin importar que estuviera todo empapado de su semen y empezó a masturbarlo consiguiendo que se pusiera duro al instante. Sonrió satisfecho y continuó bajando con los besos hasta el ombligo, dónde se detuvo haciendo gemir sonoramente a Mir, quien estaba disfrutando de todo aquello de una manera inimaginable. Joon empezó a besar sus muslos mientras continuaba masturbándolo lentamente. Le hizo separar aún más las piernas si es que era posible. Deteniendo por un momento la función de su mano le indicó al menor que pasara sus manos por la flexión de sus rodillas para que mantuviera sus piernas flexionadas pegadas a su pecho. Volvió a besarle los muslos hasta bajar a su trasero, dónde también depositó tiernos besos y mordidas que hicieron a Mir gemir descontroladamente. Al llegar a su entrada pasó la lengua por la sensible zona sin pensárselo dos veces.
- ¡Ahhh, Dios...! - Mir gimió con fuerza y se incorporó para ver lo que el mayor estaba llevando a cabo. Cuando por fin pudo verlo, este había empezado a abrirse paso en la estrecha cavidad con los dedos impregnados en el semen del menor. Mir volvió a dejarse caer cerrando los ojos con fuerza. Aquello era demasiado.
Cuando el mayor sintió que ya estaba preparado se deshizo de la poca ropa que le quedaba, liberando por fin su miembro adolorido y lo hizo soltar las piernas para posicionarse entre estas, apoyando los codos a ambos lados de la cabeza del menor que continuaba con los ojos cerrados. Lo besó sin previo aviso mientras lo penetraba de una estocada. Mir dejó escapar un largo gemido que se perdió en la boca del mayor. Joon empezó el vaivén despacio. Disfrutando de la sensación de tener al menor de aquella manera.
Ambos gemían de manera desenfrenada entre cada beso. Las embestidas fueron aumentando de velocidad a medida que el placer los alcanzaba.
- Me corro... - susurró Joon en el cuello del menor de tal manera que ambos acabaron a la vez. Joon apretó con fuerza las sábanas en sus puños y Mir hundió sus dedos en su espalda.
Acabaron sudados y jadeando. Pero aquello no terminaría allí. El mayor continuó besándolo con deseo y salió de su interior levantándose de la cama para ofrecerle una mano a Mir quién aún continuaba jadeando, intentando recuperarse de su segundo orgasmo. 
Sin pensárselo dos veces cogió la mano que le ofrecían sin saber a dónde lo estaban guiando. Se sonrojó al ver como el miembro del mayor estaba otra vez preparado. Aquella simple visión hizo que volviera a excitarse él también. Entraron a un amplio baño, el cual tenía al fondo una puerta de cristal que daba a otra estancia. En cuanto Mir vio el jacuzzi se mordió el labio por el simple hecho de imaginarse allí teniendo sexo duro con el mayor. Por lo visto ya estaba todo preparado y el agua burbujeaba incitándolos a entrar, pero lo que lo impactó realmente fue ver el gran ventanal que tenía una vista impresionante de Seúl. Aquello lo excitó aún más y cuando el mayor lo invitó a entrar no se lo pensó dos veces. El agua estaba a una temperatura perfecta y todo alrededor olía de manera muy agradable. Mir se colocó sobre el mayor, cuando se iba a sentar este lo detuvo e introdujo tres de sus dedos en su entrada.
- Ahh...mmm...Joder...esto es tan bueno... - dijo lo primero que se le vino a la mente. El mayor empezó a mover los dedos simulando embestidas, haciendo saltar prácticamente al menor con cada toque. La mano libre la llevó al cabello del pequeño, enredó los dedos y lo atrajo con fuerza para besarlo con pasión. Mir se aferraba a su cuello como podía e intentaba seguir el ritmo desenfrenado de aquél beso que lo estaba llevando a la locura. Cuando por fin lo dejó tomar aire dijo lo primero que se le vino a la cabeza -. Házmelo duro...soy tuyo...-.
Lee Joon sonrió emocionado por aquellas palabras y lo hizo colocar la cabeza en uno de las almohadillas con las que contaba el jacuzzi para apoyarse y una pierna en cada extremo. Así era perfecto. Se colocó entre sus piernas y lo embistió con fuerza.
- ¡Oh sí, joder! - gritó el menor a todo pulmón dejando caer la cabeza sobre el respaldo.
- Ahh...eres tan...sexy...- gimió Joon perdido en el placer. Se sujetó de los bordes del jacuzzi y empezó a penetrarlo de manera salvaje, haciendo que incluso el agua formara pequeñas olas.
Mir gemía y gritaba de manera incontrolable. El hecho de que todo Seúl se viera ahí mismo, tan cercano le daba la extraña sensación de que tenía público y aquello por raro que pudiera parecer lo estaba volviendo loco de placer. Esta vez fue él quién sujetó al mayor por la nuca y lo besó succionando y mordiéndole los labios. Después de unas cuantas embestidas más volvieron a correrse juntos, Mir con un gemido sonoro y Lee Joon mordiéndole el cuello.
Salió de él y le dio un casto beso. Cómo el que lo había empezado todo. Lo levantó en brazos ya que el menor se había quedado dormido y lo llevó a la cama king size que tenía la suite. Luego de secarlo lo metió bajo las mantas y luego se unió a su lado. Lo atrajo para que la cabeza de Mir descansara en su pecho mientras le acariciaba el cabello. Sabía que no debía haberle mentido sobre su tolerancia al alcohol pero era lo único que se le ocurrió en ese momento para evitar que se vaya. A decir verdad era bastante torpe cuando se trataba de conquistar a alguien y por eso terminaba haciendo cosas sin sentido. Como reservar un restaurant entero sólo para conseguir que su cita sospechara sobre la calidad de la comida. O reservar la suite presidencial del hotel y engañar a su cita para que suba. Lo miró y sonrió. Recordaba como si hubiera sido ayer cuando Rain hyung, el presidente de JTune Ediciones le mostró la empresa con la esperanza que algún día entienda su funcionamiento y tome su lugar. Cuando estaban pasando por el piso donde trabajaban los editores lo vio por primera vez saliendo de una oficina. Fue amor a primera vista. Logró averiguar sutilmente que se trataba de una de las nuevas estrellas de la editorial y desde ese entonces comenzó a leer todo lo que había publicado. Y luego de pensarlo y armarse de valor se acercó a la editora responsable a decirle que quería una cita con él. Consiguió ser interrogado a fondo y después de confesar hasta lo que había hecho en el jardín de infantes, la editora Bom le armó un plan perfecto para acercarse a él. Claro, ella no sabía su pequeño plan paralelo de la suite y esperaba no tener que decírselo. Unas manos rodeándolo por la cintura lo alejaron de sus pensamientos. Se abrazó fuertemente y cerró los ojos. Por la mañana le pediría a Mir que sea suyo para siempre. Ya que algunas veces hay que creer en el Destino y otras veces necesitas darle una mano.

FIN






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