El Pacto (XLI)

¿Una última estrategia?

Thunder llegó a la casa familiar furioso. Le había tomado hasta la última onza de autocontrol no dejarse al descubierto frente a SeungHo y gritarle por qué le estaba haciendo todo eso, por qué no había accedido a ninguno de sus avances físicos, por qué era un sentimental que había caído en los brazos del vocalista principal y por qué creía que el otro era mejor que él. Ese maldito de G.O. Siempre había pensado que no se atrevería a nada. Qué equivocado estaba. Debió ponerlo en evidencia la primera vez que descubrió que había faltado al pacto. Y ahora de qué servía sus esfuerzos anteriores con JunHyung y SungJong, ninguno de los dos habían cumplido con su cometido, no definitivamente. Tenía que pensar en algo urgente. Se puso a acariciar a su gato Dadoong mientras lo hacía. Eran las cinco de la mañana y su mente corría a toda velocidad. Volver a llamar a JunHyung iba a ser contraproducente, levantaría sospechas, el rapero de Beast era muy perspicaz y no sabía hasta cuándo podía ocultar sus segundas intenciones. Sin contar que también estaba plenamente interesado en los futuros favores sexuales que podía darle SeungHo, un bastardo listo. Eso le dejaba al pequeño de SungJong. Tenía todas las de ganar con él, podría meterse en medio de los dos, confundiría lo suficiente la situación como para alejarlos. No era la solución definitiva pero podía usarse para fracturar los nuevos sentimientos del líder, retrasar lo inevitable. Esperaba que no le hubiera confesado quién ocupaba su corazón. Tuvo que esperar a que fueran las seis y media de la mañana mientras jugaba con su notebook, era hora de probar si podía hackear la cuenta de mail de G.O. Probó varias contraseñas y luego hizo una mueca de disgusto, la clave era el cumpleaños de SeungHo. Tan obvio, tan obvio. Pensó con mucho cuidado las palabras que tenía que poner, no tenía que ser una declaración de amor, con un poco de esperanza bastaba. Recordó lo que L le dijo sobre el mensaje que escribió SungJong e hizo el mail a modo de respuesta.

De: G.O 
A: SungJong
Llevo tiempo sin ir al bar porque estuve componiendo canciones, SungJongie. Gracias por seguir pensando en mí a pesar de lo que te conté. Yo también estoy cansado de este amor sin futuro. Te gustaría que tomemos el desayuno hoy? Aún no puedo salir de la casa porque sigo escribiendo música pero si vienes, me encantaría. Nos vemos.

La dulzura y cursilería del mensaje lo hacía estremecer pero tenía que pensar como si la respuesta la diera el verdadero G.O. Le dio una última mirada y lo envió. Luego procedió a eliminarlo y dejar abierto el mail en caso que recibiera una respuesta. No podía dejar que el mensaje pasara inadvertido así que le mandó un aviso a L.

De: Thunder
A: L
SungJong tiene una oportunidad hoy a la mañana. Sin que sospeche, oblígalo a abrir su correo electrónico lo más pronto posible, si es necesario despiértalo. Va a encontrar una sorpresa que estoy seguro va a amar ¿El precio del favor? El mismo de siempre. Elije una fecha y te veré en el lugar de la última vez. Estoy esperando con ansias nuestro próximo encuentro.

La respuesta de L fue inmediata y entusiasta, como de costumbre. No tuvo que esperar más de media hora y un nuevo mensaje estaba en el buzón de entrada del mail de G.O. Sonrió de oreja a oreja al leerlo. Eliminó el mensaje y se fue a acostar. Cubrió con una mantita a su querido gato y él mismo se tapó. Calculaba los minutos que le tomarían a SungJong llegar a la casa de MBLAQ con el desayuno para su adorado G.O. Sólo esperaba que no fuera demasiado tarde. Confiaba en el entusiasmo del maknae de Infinite.
SeungHo estaba terminando de desayunar con Mir. Era lógico que le pidiera a otra persona que le llevara desayuno. Estaba un poco dolido porque era claro que G.O estaba tratando de evitar todo contacto entre ellos pero él estaba dispuesto a tenerle paciencia y explicarle con detalles el tipo de relación que tenía con Thunder. Bueno, los detalles de su acuerdo, no los otros que podrían enojarlo. Comía lentamente, masticando el discurso que pensaba dar momentos después. Sintió que el maknae lo llamaba y lo miró.
- Hyung… ¿Te pasa algo? – preguntó preocupado Mir.
- ¿Por qué lo dices? -.
- Porque estás jugando con la comida – señaló el bowl de arroz a medio comer – Usualmente comes rápido -.
- Ah, ¿sí? – sonrió tratando de restarle importancia.
- ¿Es por G.O hyung? -.
- ¿Perdón? – preguntó SeungHo confundido ¿Estaba pensando en voz alta y el maknae había escuchado?
- Si estás preocupado por G.O hyung que no se siente bien. Te entiendo, últimamente lo he visto muy pálido -.
- ¿Tú crees? -.
- Sí, creo que le vendría bien no volver a saltarse las comidas y salir a tomar aire. Estar encerrado componiendo está afectando mucho su salud -.
- Eres un maknae muy observador y amable – le revolvió el pelo – yo me encargo que se recupere – sonrió.
- Muy bien, hyung – sonrió en respuesta – siempre fuiste el mejor líder que Rain nos pudo dar. Ahora yo me encargaré de lavar los platos mientras le llevas el desayuno a G.O hyung -.
- Está bien, pero trata de no romper nada – bromeó.
- Hyung, no seas malo – hizo puchero.
SeungHo sólo rió y buscó una bandeja. Comenzó a colocar toda la comida de forma ordenada mientras pensaba que si hoy lograba convencer a G.O de su sinceridad por fin todo malentendido terminaría y podrían confirmar sus sentimientos correspondidos de una vez por todas. Tenía tantas ganas de cuidarlo, abrazarlo y si es posible, volver a besarlo. Ese pensamiento lo hizo sonrojar. Estaba por tomar la bandeja e ir a la habitación de G.O a llevarle el desayuno cuando el timbre lo sorprendió. No podía ser el manager. Rogaba que no lo fuera, no quería que nadie se le interpusiera en su camino. Fue a regañadientes hasta el panel de control y se congeló. SungJong estaba frente a la puerta ¿Qué hacía el maknae de Infinite a estas horas? Luego recordó el mensaje que casi borró el día anterior. No podía ser. Se trató de componer y abrió la puerta con una falsa sonrisa.
- SeungHo hyung – se inclinó noventa grados –. Buenos días -.
- Buen día SungJong, pasa – se movió de la puerta para dejarle paso – Dime, ¿a qué debemos tu visita? -.
- V-vine porque G.O hyung me invitó a desayunar – contestó un poco intimidado.
- ¿Ah, si? – se sorprendió pero mantuvo la cara de desinteresado.
- Sí – apretó con fuerza una bolsa que parecía contener unas bebidas calientes y una caja de pastelería.
- Bueno, aquella – le señaló la habitación del vocalista – es su puerta. Siéntete como en tu casa – masculló las últimas palabras.
- Gracias hyung – volvió a inclinarse noventa grados y fue en la dirección indicada.
SeungHo lo vio golpear la puerta y entrar. Fue rápidamente a su habitación y se tumbó en la cama. Tal vez G.O ya estaba cansado de esperarlo y decidió darle una oportunidad a SungJong. Las lágrimas amenazaban con escaparse. Quizás ya era demasiado tarde para ellos.