Torre Sur. Sábado
SeungHo había intentado levantarse dos veces. La primera, unos brazos lo rodearon y no le quedó de otra que esperar a que G.O volviera a dormir para liberarse; y de tanto esperar, se quedó dormido. La segunda vez, ya libre del abrazo llegó a sentarse en la cama sólo para volver a ella con un G.O despierto en más de un sentido. Luego de una hora y media se quedó dormido por el cansancio. Ahora ya despierto y solo en la habitación (su novio debió haberse ido a comenzar su turno en la cocina) se dedicó a revisar desde su celular si había novedades, llamó al guardia informático y le volvió a pedir que le avise en caso de emergencia. Se levantó lentamente y fue a la ducha. Volvió a la habitación y se dedicó a cambiar las sábanas y llevar las otras al lavadero. Su estómago empezó a sonar y miró la hora del celular. Las dos de la tarde. Fue hacia la cocina y se encontró con comida en la mesa y una nota “Gracias por esta increíble mañana, te espero a la tarde en la cocina del hotel. Te amo”. Se sonrojó al instante, nunca podría acostumbrarse. Metió la comida en el microondas y comió despacio, mirando de vez en cuando la nota y sonriendo sin querer. Se sentó por un rato en el sillón del living a leer desde su tablet las últimas novedades sobre programación y seguridad informática hasta que se dio cuenta que eran las seis de la tarde. Fue a buscar un abrigo y volvió a la cocina a tomar un café antes de salir. Se entretuvo un rato mirando la nota que había quedado en la mesa hasta que se decidió a guardarla en la billetera. Otra cosa que nunca admitiría frente a G.O. En el fondo de uno de sus cajones, había una caja con todas las notas que G.O le había escrito desde que se habían conocido. Ni se molestó en cerrar las cortinas de la cocina y salió. Luego que terminara el turno de G.O, pensaban ir a ver a su amigo Joon. Se preguntaba si vería a Bang Mir allí.
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