martes, 15 de mayo de 2012

El cartero (two-shot) Parte I


Mir estaba sentado en su computadora haciendo un trabajo práctico para la universidad pero no pudo evitar abrir la página de compras por internet. Había salido una colección que estaba esperando hace mucho tiempo y decidió comprarla.
Dos semanas después, tocaron el timbre por la tarde. Cuando abrió la puerta, apareció un cartero que nunca había visto antes. Pelo rubio, ojos grandes, labios carnosos. Mir se enamoró instantáneamente de él. A duras penas pudo firmar el recibo y meterse sin morir de lo colorado que estaba. Cerró la puerta, sostuvo el paquete entre sus manos, el corazón le latía con fuerza y tenía mariposas en el estómago. Al minuto oyó la llave en la cerradura y se apartó de la puerta. Cuando su compañero de departamento entró, Mir se le tiró encima sin dejar caer el paquete.
- Mir, ¿qué compraste esta vez que estás tan feliz? – preguntó G.O.
- Hyung! Me enamoré del cartero!- le dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
- ¿Ahora es el cartero? – G.O suspiró. Su compañero solía ser muy enamoradizo y nunca le importaba mantenerlo en secreto. Siempre le contaba todos los detalles sobre su nuevo amor. Desde lo que hacía hasta la ropa que usaba. Ya estaba tan acostumbrado que lo pasó por alto. Sólo le sonrió y le palmeó la cabeza antes de ir a su habitación.
Mir dejó el paquete en su cuarto. Entró a su página de compras y se puso a hacer varias con la esperanza de ver el cartero. Se pasó como una hora recordando los rasgos de su cara y sonriendo cada vez que pensaba en esos labios que se moría por probar. Escuchó que su hyung iba para la cocina y decidió ir allí también.
- Mir, ¿tienes hambre? – preguntó G.O – en un rato voy a tener la cena lista, ¿quieres poner la mesa?
- Sí, hyung! – contestó alegremente Mir. Cuando terminó de poner la mesa, G.O ya tenía lista la comida – Hyung! Se ve delicioso! – dijo prácticamente gritando Mir.
- Yah! Mir, deja de gritar, el departamento no es tan grande como para que no te escuche – hizo el gesto de taparse los oídos – Come -.
- Hyung… estaba pensando – dijo mientras masticaba la comida.
- Tiemblo cuando se te ocurre pensar, Mir –.
- Hice un par de compras, hyung -.
- No pienso pagarlas, como ya sabrás – le advirtió G.O.
- No, hyung! – sacudió la cabeza – Necesito pedirte un favor que no tiene que ver con dinero.
- Bueno, si no es dinero, te puedo ayudar -.
- Quiero que me ayudes a sacarle una foto al cartero – lo miraba con sus ojos de cachorrito que sabía que su hyung no podría resistir.
- ¿Quieres que saque las fotos? – preguntó.
- No, quiero que atiendas cuando el cartero venga. Yo quiero sacarle la foto. Creo que así estaría más tranquilo para poder verlo mejor -.
-…- suspiró G.O – está bien ¿Cuándo tengo que estar en la casa? –.
- En tres días tiene que llegar el envío – dijo feliz Mir.
- Bueno, ya conoceré al famoso cartero ese día.
Los tres días pasaron volando entre clases y trabajo. G.O estaba sentado en el living del departamento preguntándose qué tendría de especial ese chico. Mir no había parado de hablar de él durante esos días. De lo suave que parecía su pelo, de lo hermosa que era su cara y de sus labios. Se dedicaba horas a hablar de lo perfecto que eran sus labios y de las ganas que tenía de probarlos, de morderlos y de varias cosas más. De alguna manera había comenzado a afectarlo tanta descripción, ahora estaba ansioso por conocerlo. El timbre lo asustó. Observó que Mir se acercaba a la mirilla, sonreía y le hacía gestos para que abriera. Finalmente era el momento. Se acercó la puerta y abrió. Todo lo que había dicho Mir sobre el cartero le parecía poco. Ese cartero exudaba sensualidad por los poros y el corazón de G.O comenzó a latir rápidamente mientras empezaba a sentir un repentino calor. El cartero le sonrió y le entregó el paquete. G.O había perdido la capacidad del habla, a duras penas le firmó y lo vio irse. Cerró la puerta y se encontró con la mirada de Mir.
- Hyung! Conseguí la foto – sonrió – en realidad conseguí varias.
- Mir – dijo lentamente G.O – ahora que tenemos la foto, creo que podemos averiguar algo más sobre él -.
- ¿Cómo? – preguntó Mir.
- A través de nuestros amigos y compañeros de facultad. Yo creo que si publicamos su foto alguien lo reconocerá, ¿no crees? Parecía de mi edad por lo tanto debe estar estudiando en algún lado – reflexionó G.O.
Mir lo miró sospechosamente – Hyung… tú también… -.
- Sería raro que no – miró a su compañero -, sería raro.
Publicaron la foto y esperaron a las reacciones de sus compañeros y amigos. En las primeras horas nadie pareció reconocerlo. Fueron a cenar a un restaurant familiar cerca del departamento algo desanimados. Cuando volvieron, Mir fue rápidamente a la computadora a comprobar – Hyung!! – gritó Mir – Buenas noticias!
G.O se acercó y comenzó a leer el mensaje.

Mir! Yo sé quién es el chico de la foto. Es SeungHo hyung, hermano mayor de un amigo mío. Recuerdo que estaba estudiando música y toca el piano. Mi amigo me decía que practicaba mucho y le gustaba tocar piezas de Chopin. Creo que trabajaba de cartero pero no estoy seguro.

 Los dos estaban contentos. Habían conseguido enterarse de varias cosas. G.O empezó a pensar que tenían que usar esa información de alguna manera. Se sentó en la cama de Mir mientras reflexionaba. Tenía que usar esa información para acercarse al cartero,  no podía hacerlo solo porque seguramente Mir diría que él lo vio primero, por lo tanto tenía la ventaja. Por otro lado, Mir no podía negarle que era inexperto comparado con él. La mejor idea era compartirlo, así ninguno de los dos se quedaría sin tener al cartero. No tenía problemas con eso, después de todo habían tenido sexo varias veces cuando tenían ganas y no estaban saliendo con nadie. Tenían una relación que podía etiquetarse como “amigos con derecho”. Armó las frases en su mente y se acercó a Mir – Creo que tenemos que usar esta información -.
- Tú quieres algo con él, ¿verdad? – preguntó Mir.
- No preguntes algo que ya sabes. Dado que tú lo viste primero, tienes ventaja pero piensa que si no fuera por mi idea, nunca te hubieras enterado de su nombre o lo que le gusta -.
- Aha… - asintió Mir.
- Tengo un poco más de experiencia en relaciones así que te ofrezco que ambos lo tengamos -.
Mir se sorprendió por la propuesta. ¿Tenerlo los dos? ¿Al mismo tiempo? La idea era muy tentadora y nunca le había pasado algo así, estar con dos hombres al mismo tiempo. El sexo con G.O era bueno y de sólo pensar en que también estaría el cartero hizo que su cuerpo de calentara por la excitación. Sus hormonas respondieron en lugar de su cerebro – Hecho – le acercó la mano para estrecharla - ¿Qué hacemos? -.
- Entra a tu página de compras y busca un buen CD de Chopin – le ordenó G.O.
- Es una gran idea hyung – dijo emocionado Mir.
- Yo me encargo de lo demás – sonrió G.O.

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