Mir estaba sentado en su computadora
haciendo un trabajo práctico para la universidad pero no pudo evitar abrir la
página de compras por internet. Había salido una colección que estaba esperando
hace mucho tiempo y decidió comprarla.
Dos semanas después, tocaron el timbre
por la tarde. Cuando abrió la puerta, apareció un cartero que nunca había visto
antes. Pelo rubio, ojos grandes, labios carnosos. Mir se enamoró
instantáneamente de él. A duras penas pudo firmar el recibo y meterse sin morir
de lo colorado que estaba. Cerró la puerta, sostuvo el paquete entre sus manos,
el corazón le latía con fuerza y tenía mariposas en el estómago. Al minuto oyó
la llave en la cerradura y se apartó de la puerta. Cuando su compañero de departamento
entró, Mir se le tiró encima sin dejar caer el paquete.
- Mir, ¿qué compraste esta vez que estás
tan feliz? – preguntó G.O.
- Hyung! Me enamoré del cartero!- le dijo
con una sonrisa de oreja a oreja.
- ¿Ahora es el cartero? – G.O suspiró. Su
compañero solía ser muy enamoradizo y nunca le importaba mantenerlo en secreto.
Siempre le contaba todos los detalles sobre su nuevo amor. Desde lo que hacía
hasta la ropa que usaba. Ya estaba tan acostumbrado que lo pasó por alto. Sólo
le sonrió y le palmeó la cabeza antes de ir a su habitación.
Mir dejó el paquete en su cuarto. Entró a
su página de compras y se puso a hacer varias con la esperanza de ver el
cartero. Se pasó como una hora recordando los rasgos de su cara y sonriendo
cada vez que pensaba en esos labios que se moría por probar. Escuchó que su
hyung iba para la cocina y decidió ir allí también.
- Mir, ¿tienes hambre? – preguntó G.O –
en un rato voy a tener la cena lista, ¿quieres poner la mesa?
- Sí, hyung! – contestó alegremente Mir.
Cuando terminó de poner la mesa, G.O ya tenía lista la comida – Hyung! Se ve
delicioso! – dijo prácticamente gritando Mir.
- Yah! Mir, deja de gritar, el
departamento no es tan grande como para que no te escuche – hizo el gesto de
taparse los oídos – Come -.
- Hyung… estaba pensando – dijo mientras
masticaba la comida.
- Tiemblo cuando se te ocurre pensar, Mir
–.
- Hice un par de compras, hyung -.
- No pienso pagarlas, como ya sabrás – le
advirtió G.O.
- No, hyung! – sacudió la cabeza –
Necesito pedirte un favor que no tiene que ver con dinero.
- Bueno, si no es dinero, te puedo ayudar
-.
- Quiero que me ayudes a sacarle una foto
al cartero – lo miraba con sus ojos de cachorrito que sabía que su hyung no
podría resistir.
- ¿Quieres que saque las fotos? –
preguntó.
- No, quiero que atiendas cuando el
cartero venga. Yo quiero sacarle la foto. Creo que así estaría más tranquilo
para poder verlo mejor -.
-…- suspiró G.O – está bien ¿Cuándo tengo
que estar en la casa? –.
- En tres días tiene que llegar el envío
– dijo feliz Mir.
- Bueno, ya conoceré al famoso cartero
ese día.
Los tres días pasaron volando entre
clases y trabajo. G.O estaba sentado en el living del departamento
preguntándose qué tendría de especial ese chico. Mir no había parado de hablar
de él durante esos días. De lo suave que parecía su pelo, de lo hermosa que era
su cara y de sus labios. Se dedicaba horas a hablar de lo perfecto que eran sus
labios y de las ganas que tenía de probarlos, de morderlos y de varias cosas
más. De alguna manera había comenzado a afectarlo tanta descripción, ahora estaba
ansioso por conocerlo. El timbre lo asustó. Observó que Mir se acercaba a la
mirilla, sonreía y le hacía gestos para que abriera. Finalmente era el momento.
Se acercó la puerta y abrió. Todo lo que había dicho Mir sobre el cartero le
parecía poco. Ese cartero exudaba sensualidad por los poros y el corazón de G.O
comenzó a latir rápidamente mientras empezaba a sentir un repentino calor. El
cartero le sonrió y le entregó el paquete. G.O había perdido la capacidad del habla,
a duras penas le firmó y lo vio irse. Cerró la puerta y se encontró con la
mirada de Mir.
- Hyung! Conseguí la foto – sonrió – en
realidad conseguí varias.
- Mir – dijo lentamente G.O – ahora que
tenemos la foto, creo que podemos averiguar algo más sobre él -.
- ¿Cómo? – preguntó Mir.
- A través de nuestros amigos y
compañeros de facultad. Yo creo que si publicamos su foto alguien lo
reconocerá, ¿no crees? Parecía de mi edad por lo tanto debe estar estudiando en
algún lado – reflexionó G.O.
Mir lo miró sospechosamente – Hyung… tú
también… -.
- Sería raro que no – miró a su compañero
-, sería raro.
Publicaron la foto y esperaron a las
reacciones de sus compañeros y amigos. En las primeras horas nadie pareció
reconocerlo. Fueron a cenar a un restaurant familiar cerca del departamento
algo desanimados. Cuando volvieron, Mir fue rápidamente a la computadora a
comprobar – Hyung!! – gritó Mir – Buenas noticias!
G.O se acercó y comenzó a leer el
mensaje.
Mir! Yo sé quién es el chico de la foto.
Es SeungHo hyung, hermano mayor de un amigo mío. Recuerdo que estaba estudiando
música y toca el piano. Mi amigo me decía que practicaba mucho y le gustaba
tocar piezas de Chopin. Creo que trabajaba de cartero pero no estoy seguro.
Los
dos estaban contentos. Habían conseguido enterarse de varias cosas. G.O empezó
a pensar que tenían que usar esa información de alguna manera. Se sentó en la
cama de Mir mientras reflexionaba. Tenía que usar esa información para
acercarse al cartero, no podía hacerlo
solo porque seguramente Mir diría que él lo vio primero, por lo tanto tenía la
ventaja. Por otro lado, Mir no podía negarle que era inexperto comparado con
él. La mejor idea era compartirlo, así ninguno de los dos se quedaría sin tener
al cartero. No tenía problemas con eso, después de todo habían tenido sexo
varias veces cuando tenían ganas y no estaban saliendo con nadie. Tenían una
relación que podía etiquetarse como “amigos con derecho”. Armó las frases en su
mente y se acercó a Mir – Creo que tenemos que usar esta información -.
- Tú quieres algo con él, ¿verdad? –
preguntó Mir.
- No preguntes algo que ya sabes. Dado
que tú lo viste primero, tienes ventaja pero piensa que si no fuera por mi
idea, nunca te hubieras enterado de su nombre o lo que le gusta -.
- Aha… - asintió Mir.
- Tengo un poco más de experiencia en
relaciones así que te ofrezco que ambos lo tengamos -.
Mir se sorprendió por la propuesta.
¿Tenerlo los dos? ¿Al mismo tiempo? La idea era muy tentadora y nunca le había
pasado algo así, estar con dos hombres al mismo tiempo. El sexo con G.O era
bueno y de sólo pensar en que también estaría el cartero hizo que su cuerpo de
calentara por la excitación. Sus hormonas respondieron en lugar de su cerebro –
Hecho – le acercó la mano para estrecharla - ¿Qué hacemos? -.
- Entra a tu página de compras y busca un
buen CD de Chopin – le ordenó G.O.
- Es una gran idea hyung – dijo
emocionado Mir.
- Yo me encargo de lo demás – sonrió G.O.
Me quedé super ansiosa
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