jueves, 25 de septiembre de 2014

Jeju Island (IV)


Capítulo IV: Torre Norte, después del trabajo.


El resto de la tarde había sido bastante tranquilo para Mir. Cuando había llegado a su pequeño escritorio leyó con suma atención los papeles que había recibido. Estaba impresionado por la cantidad de dinero que ingresaba a través de esa vía. Y ese jefe había logrado perfeccionar el servicio al punto que ahora triplicaba la suma con respecto al mes anterior. Así como era atemorizante, se trataba de un auténtico genio. Si tan solo fuera menos oscuro, pensó algo divertido. Al terminar su hora laboral se quedó en la entrada del edificio para esperar a su amigo Thunder y poder irse juntos. Lo vio y le saludó agitando la mano.
- Mir! – le sonrió Thunder - ¿Qué tal hoy el trabajo? -.
- Bastante tranquilo – luego recordó algo –, aunque hoy conocí el área IT – miraba el paisaje mientras caminaba.
- Ah, todavía no habías pasado por ahí -.
- Había escuchado historias sobre el nuevo jefe, a decir verdad -.
- ¿Te parecieron ciertas? – quiso saber Thunder.
- Pues…el jefe es algo intimidante – se rascó la cabeza - ¿Tú lo conoces? -.
- Claro, el supervisor suele pasar por ahí una vez a la semana. Suelen discutir juntos algunos paquetes turísticos e intercambian ideas -.
- ¿Y cuál es tu opinión? -.
- Pues… - lo pensó un momento – es una persona muy capaz y con grandes ideas. Mi jefe lo respeta muchísimo. Es muy profesional y se toma muy en serio su trabajo -.
- Me di cuenta que es muy capaz. Vi sus números y es muy impresionante pero – le dio un juguetón codazo – te pregunto cuál es tu opinión, no la de tu jefe -.
- Ah… - se rascó la cabeza mientras miraba el cielo – es alguien muy admirable -.
- Ohhh… - se tapó la boca con las manos mientras ocultaba una sonrisita - ¿Te gusta? -.
- No digas tonterías – le devolvió el codazo.
- Yo creo que sí – se puso delante mientras trataba de caminar hacia atrás –, veo que te estás poniendo colorado – le señaló las mejillas.
- Ya! – alejó el dedo acusador con la mano – Mira al frente o te tropezarás – lo tomó por los hombros y lo obligó a darse vuelta.
- Cuando quieras, te escucharé – le sonrió – Ah! – se volvió a acordad de algo - ¿Conoces el área de camping? -.
- ¿Camping? – lo pensó un segundo – He pasado por ahí varias veces ¿Por? -.
- ¿Has pasado de noche? -.
- No, sólo de día. Pero he escuchado decir al jefe que hay muchas actividades de noche y que hay instructores especialmente entrenados para ellos -.
- Ya veo -.
- ¿Por qué? ¿Quieres ir? – preguntó curioso.
- Tal vez – dijo no muy convencido.
- Podemos ir el sábado – sugirió Thunder – los instructores hacen una competencia de talentos -. 
- Está bien – convino Mir mientras pasaban la puerta de entrada del edificio de departamentos.
- Te pasaré a buscar a las ocho – sonrió Thunder mientras entraba al ascensor -.
- Bueno, pero me lo recuerdas mañana, suelo olvidarme – sonrió Mir.
- Es en dos días, tonto – le golpeó ligeramente el brazo.
- Lo anotaré en mi agenda – vio que las puertas se abrían en su piso y salió – Nos vemos mañana -.
- Hasta mañana – saludó Thunder hasta que las puertas del ascensor se cerraron.
Mir entró rápidamente a su departamento y miró el reloj. Faltaban cinco minutos así que fue sin perder el tiempo hacia la cocina a servirse el café. Se había demorado más de la cuenta charlando con su amigo. No sabía por qué había hablado de la sugerencia del jefe del área IT. Supuso que no perdería nada con ir. Recordó la cara que su amigo había puesto cuando hablaban de él. Creyó reconocer un brillo en los ojos de Thunder cuando daba su opinión. Si bien lo había negado, no había duda que sentía una atracción o al menos admiración por ese hombre. Miró hacia la ventana y lo vio. Y desde ese instante, todo pensamiento se evaporó de su mente.

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