jueves, 5 de septiembre de 2013

El Pacto (XVI)

No culpes a la noche… (parte 1)

G.O miró a su mejor amigo como si se tratara de un extraño ¿Era una broma, verdad? Estaba seguro de haberle dicho que se trataba de un bar gay. Probablemente no le había entendido. Sonrió burlonamente.

- ¿A qué viene esa cara que me haces? – preguntó SeungHo frunciendo el ceño.
- A que me resulta gracioso -.
- ¿Qué cosa? – estaba curioso.
- ¿Me estás hablando en serio? – lo miró con sospecha.
- ¿Acaso no puedo ir? – se defendió.
- ¿Estás seguro? -.
- Claro -.
- Pero tienes que saber una cosa – se puso serio.
- ¿Qué? – lo miró.
- En una bar gay hay personas gays – lo dijo con cara de póker.
- G.O… - gruñó exasperado.
- Sólo te estoy advirtiendo – se encogió de hombros.
- ¿Me vas a llevar o tengo que seguir escuchando tus tonterías? -.
- Está bien, tienes diez minutos para ponerte algo decente – suspiró derrotado.
SeungHo fue hasta su habitación a cambiarse. Mientras se colocaba unos jeans ajustados negros, una remera escote V profundo negro y una campera de cuero del mismo color pensaba que antes de pedir consejos a ellos dos lo mejor era observar por sí mismo.
G.O estaba sentado en el taxi rumbo al bar. SeungHo se había ofrecido a conducir su propio auto hasta el lugar pero él insistió que tenía que ser un transporte público, lo mejor era no usar su propio vehículo para no llamar la atención. Miró de reojo lo que llevaba puesto su mejor amigo ¿Pensaba ir de conquista? Se ajustó sus anteojos oscuros y vio los que tenía SeungHo, esperaba no encontrar a nadie conocido en el lugar. El taxi paró a dos cuadras y se bajaron para caminar.
- Realmente te tomas muchas molestias – dijo SeungHo.
- Siempre es bueno ser precavido -.
- Más que precavido, pareces paranoico – sonrió.
- Es algo natural cuando tratas de mantenerte fuera de la vista de los periodistas – lo miró a través de los lentes oscuros - ¿Estarás bien? -.
- ¿Por qué lo dices? -.
- No toleraste mucho la película – le recordó.
- Eso ya quedó en el pasado – trató de restarle importancia.
- ¿Seguro? -.
- Sí, omma – vio que G.O amenazaba con golpearle en la cabeza – Me voy a sentar en la barra y tomar, no te preocupes – sonrió alegremente.
- Ya estamos llegando – señaló un cartel –, pero antes de entrar quiero hacerte una advertencia – puso un tono de voz serio de repente.
- ¿Qué ahora? – gruñó molesto - ¿Vas a volver con el chiste que voy a encontrar gays? -.
- Ojalá – murmuró –. Como sea, si en algún momento mientras no estoy y alguien te manda una bebida, no aceptes -.
- ¿Por qué? Es una bebida gratis -.
- Promételo o te vuelves a la casa – lo amenazó con la mirada.
- Está bien, entiendo – puso una mano en el corazón –. Prometo no aceptar nada. 
- Así está mejor – suspiró – y deja de mirarme como si fuera tu madre! -.
SeungHo sonrió para ocultar el nerviosismo que sentía a medida que se iban acercando a la entrada, no había fila, la puerta estaba cerrada y sólo estaba un empleado que calculaba era de seguridad de dos metros de altura. Vio cómo G.O sacaba una tarjeta de la billetera y se la mostraba al guardia de seguridad. Luego lo miró y le susurró al portero “es un amigo” junto con un billete de cien mil wons. El guardia lo miró de arriba abajo y le devolvió el billete mientras los dejaba entrar abriendo la puerta. Cuando pasó por al lado el hombre le guiñó el ojo, lo que hizo que le dieran escalofríos.
G.O había sacado el dinero para tratar de meter a SeungHo a pesar que no era socio y se sorprendió al notar que el guardia se lo había devuelto luego de mirar a su mejor amigo. Tenía que admitir que el guardia sabía apreciar lo bueno con sólo mirarlo. Le agarró el brazo para no perderlo entre la gente mientras encontraba una mesa para que pudieran pedir algo de tomar. Si bien SeungHo le había sugerido estar en la barra él sabía que sólo le iba a ocasionar más problemas, si podía tomar en consideración la cantidad de miradas que se había ganado el líder. Vio que se acercaba un camarero y le pidió dos cervezas mientras observaba enojado cómo éste se lo comía con la mirada a su mejor amigo. Suspiró. Cuando vio que SeungHo miraba hacia un lado con cara de sorpresa volvió la cabeza hacia esa dirección y la sangre se le heló. De todas las personas que estaba rogando evitar, acababa de aparecer la primera de la lista. Ahora sí que estaba en problemas.

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