domingo, 22 de septiembre de 2013

Games (XIII)

Capítulo XIII: La trampa (parte 1).


G.O había dejado descansar a SeungHo en su habitación mientras preparaba algo para cenar. Luego de varias horas de sexo sabía que lo mejor era una buena comida para reponer energías. Cuando el líder se despertó ya tenía la mesa puesta e incluso las pastillas al lado de un vaso con agua.

- ¿Ya es la hora de cenar? – preguntó confundido luego de mirar la hora – Aún es temprano G.O – se metió una de las pastillas en la boca y la tragó con agua.
- Sé que aún no es hora pero calculé que tendrías hambre en cuanto te levantaras – se sentó en la mesa.
- Ahora que lo mencionas siento un poco de hambre – sonrió levemente SeungHo – era difícil de tomarlo en cuenta cuando uno tiene otras cosas que lo distraen -.
- Espero que la pastilla sirva para mitigar un poco las molestias y – señaló la comida – esto ayude a compensarlo -.
- Era una broma G.O – sonrió –. No es como si no lo hubiera pedido -.
- Tienes razón. Ahora come antes que se enfríe -.
SeungHo comía contento. G.O siempre lo cuidaba mucho luego del sexo. Lo trataba con tanta amabilidad que a veces se preguntaba si era a causa de su vasta experiencia. Como si él hubiera recibido los frutos de sus anteriores relaciones. En ese momento el celular vibró alertándolo que tenía un nuevo mensaje. Lo miró de reojo para descubrir que el número era de su manager pidiéndole que lo llame en cuanto pudiera. Terminó de comer rápidamente y se excusó con G.O para irse a su habitación.
Joon limpiaba rápidamente su departamento mientras trataba que toda la ropa que tenía desparramada por los distintos ambientes entrara en una pequeña canasta donde iba la ropa sucia. Abrió las ventanas, tiró la basura y hasta revisó que no quedara nada vencido en la heladera. Fue hasta un mercado cerca del edificio y compró varias bebidas.
 G.O lavaba los platos tranquilamente. Había seguido al líder hasta su habitación sólo para comprobar que estaba llamando al manager y no a otra persona para luego volver a la cocina. Se sentó en una silla del comedor mientras se preguntaba por qué tardaba tanto en volver a salir SeungHo de su habitación. Cuando lo vio aproximarse completamente vestido se sintió inquieto.
- G.O, tengo que salir – dijo simplemente.
- ¿Dónde vas? -.
- El manager quiere discutir un libreto conmigo – se puso la campera.
- ¿Por qué no viene aquí? – preguntó curioso G.O.
- En este momento está en las oficinas de JTune y quiere verme allí -.
- ¿Quieres que te acompañe? – se ofreció.
- No hace falta – le sonrió – Mejor aprovecha para leer el libreto del drama que harás -.
- Ya lo leí – dijo mirando el piso.
- No te creo. Si lo hubieras leído tendrías muchas preguntas que hacerme -.
- ¿Cómo sabes? -.
- G.O, leí el libreto antes y además tengo el resumen sobre el personaje que harás – puso los ojos en blanco -.
- Ah, ¿Sí? – estaba sorprendido.
- Léelo y entenderás lo que estoy diciendo – se acercó a la puerta –. Nos vemos luego -.
G.O vio cómo la puerta se cerraba y corrió a su habitación a buscar un abrigo. Podría pensarse que estaba paranoico pero algo en su interior le decía que tenía que seguir al líder. Calculó que tardaría un poco más ya que debía sacar el auto del garaje y salió a toda prisa del edificio, agradecido de encontrar un taxi en el momento justo en el que el auto de SeungHo salía del estacionamiento. Ordenó al taxista que lo siguiera y al rato reconoció el camino hacia las oficinas. Llegó detrás del líder y se mantuvo agachado para que no lo descubriera. Cuando lo vio entrar le ordenó al taxista que volvieran. Sonrió levemente al pensar en que estaba haciendo lo que una esposa haría si sospechara que su esposo lo engaña. Suspiró mientras observaba la noche de Seúl a través de la ventanilla del taxi.

SeungHo había salido de la reunión con el manager con un libreto en la mano. No entendía por qué si tenían tanta urgencia no los había citado a los dos en la oficina. Se sentó en el asiento del conductor de su auto y suspiró audiblemente. Arrancó el auto y comenzó su camino hasta el departamento de cierta tentación suprema. Sólo esperaba poder tener el suficiente autocontrol.

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