Joon no pudo soportar ver al maknae tan frágil que le dio un beso a cada ojo mientras le sonreía – No debes llorar – le dio un beso en la nariz mientras notaba que se ponía rojo.
Mir se olvidó de los ruidos en el momento en que lo labios de Joon se iban acercando a los suyos. Cerró los ojos y él mismo acortó la distancia, abrazándolo más fuerte.
(Aquí comienza la escena recortada)
Joon lo iba empujando lentamente hasta que ambos quedaron acostados en la cama, él encima del maknae. Lo veía tan indefenso, con las mejillas coloradas y se perdió. Lo siguió besando, pidiéndole entrar hasta que por fin Mir abrió la boca y comenzó a explorarlo. Cada ruidito que escapaba del menor iba aumentando la temperatura de su cuerpo y su excitación, como si el maknae tuviera la capacidad de encenderlo en tiempo récord. Sus manos colándose debajo de la ropa, sintiendo la piel que estaba tan caliente como él. El calor se hacía insoportable y fue sacándose la remera ante la atenta mirada de Mir que replicaba sus movimientos con la parte superior de su ropa. Lo siguiente fueron los pantalones de ambos, quedando sólo en ropa interior y él volviendo a acortar la distancia entre los dos cuerpos.
Comenzó a lamerle el cuello, mordisqueándolo y repitiendo el proceso cada vez que el maknae se retorcía debajo suyo. La fricción que lograba por el movimiento era deliciosa y sólo añadía más leña al fuego. Fue bajando hacia los pezones, dándole el mismo tratamiento que al cuello y obteniendo los mismos resultados. Llegando al ombligo levantó la vista para encontrarse que el menor lo miraba con un deseo tan explícito que ni la oscuridad podía esconderlo. Con los dientes fue bajando la ropa interior hasta que la erección del maknae quedó liberada. Se deshizo de la prenda con las manos y le mostró la famosa sonrisa de zorro, ahora más oportuna que nunca. Se llevó tres dedos a la boca y fue lamiéndolos de la forma más erótica que pudo mientras mantenía fija la mirada en el otro. Cuando creyó que estaban lo suficientemente lubricados los sacó y volvió al ombligo, haciendo un camino de besos hasta su punto de interés. Sacó la lengua y le dio una pequeña lamida a la punta, haciendo que Mir temblara ligeramente. Siguió jugando de esa manera, dando pequeñas lamidas alrededor del miembro, escuchando los gemidos y las súplicas del menor por más. En el momento en que se lo metió por completo en la boca, un dedo invadió la entrada. Con la otra mano trató de frenar todo movimiento. Sentía que no podría aguantar mucho, el maknae continuaba gimiendo y tratando de retorcerse y eso lo ponía cada vez más excitado. Fue metiendo el segundo y el tercer dedo mientras su lengua hacía ligeras presiones en la punta. Joon notó el momento en el que Mir estaba por llegar al orgasmo y se retiró. Antes que el maknae pudiera protestar se deshizo de su propia ropa interior y lo penetró en una potente embestida. Estaba demasiado excitado como para esperar a que se acostumbrara al tamaño y comenzó a moverse lentamente saboreando la calidez que lo rodeaba perfectamente. Lo volvió a besar mientras iba aumentando gradualmente la velocidad. Le besó las mejillas, la nariz, le mordisqueó la oreja y volvió a ese cuello que pedía sus caricias. Cuando el maknae le pidió más lo complació con gusto. Se sentía cada vez más cerca y podía decir lo mismo del menor. Fue penetrándolo más profundamente y con más fuerza hasta que sintió que su miembro era apretado y no aguantó más, llegando al orgasmo con el nombre de Mir saliendo de sus labios y el maknae llegando al éxtasis en el mismo instante. Luego de unos segundos bajó de la nube en la que estaba y fue saliéndose lentamente. Se desplomó al lado y con un brazo lo atrajo de manera que la cabeza del menor descansaba en su pecho. Tomó la manta blanca y los cubrió. Quería estar en esa posición para siempre pero sabía que en unos minutos deberían vestirse en caso de que alguno de sus compañeros vinieran a rescatarlos. Suspiró y le dio un beso en la frente.
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